De planta rectangular, hoy esta edificación sólo conserva una altura, observándose a simple vista la desaparición de una o dos restantes.
El vano de acceso se encuentra en uno de los lados mayores, algo desplazado del centro del paramento. Se trata de una puerta adintelada delimitada por sillería, que contrasta con el resto de los paños, en los que se utilizó mampostería trabada con argamasa de cal. En las aristas del cubo se utilizó también sillería, en una composición arquitectónica muy común a todas estas construcciones. Los muros tienen, en algunas zonas, restos de haber tenido otros edificios adosados.
La aparición de pequeños agujeros u oquedades en la base inferior de los muros menores, tres equidistantes que se repiten a uno y otro lado, podrían apuntar al uso real de esta edificación, quizá relacionada con el agua. Así pues es posible que estemos ante un molino y no una torre defensiva.
El interior está abovedado, mientras que un muro abierto con un arco apuntado compartimenta el interior en dos espacios. Los paramentos parecen estar enyesados y revestidos de cal. No obstante, hoy está todo muy transformado; con posterioridad se realizó otra tabicación que respondía a otros menesteres.