Castillo de Alcalá

La edificación se inscribe, en su conjunto en una planta aproximadamente ovalada que se adapta a la cima del cerro donde se sitúa. Las dimensiones que presenta son considerables: unos 125 m en sentido este-oeste y 90 en sentido norte-sur.

El lugar elegido para la construcción del castillo, tal y como destacó el arqueólogo Manzano Martínez en un estudio realizado hace unos años, es ya de por sí inexpugnable, pues la muela rocosa donde se enclava tiene unas evidentes características naturales como defensa natural, con unas paredes verticales de más de 10 metros de alto.

En la cumbre se levantaron los muros y torreones que forman el recinto de la fortaleza, cuyos lienzos rectilíneos y torres de planta cuadrangular le dan ese aspecto tan característico de un sistema de fortificación basado en el flanqueo del amurallamiento.

La técnica utilizada en la construcción de estas estructuras arquitectónicas fue la del tapial. Un sólido basamento de argamasa, de poco más de medio metro de altura y uno y medio de anchura sirve de cimentación al castillo. Sobre éste se levantan los encofrados del muro, con un módulo aproximado de unos 80 cm.

En la actualidad, el único edificio que sobresale de los restos del amurallamiento se sitúa en el sector suroccidental. Tiene planta rectangular con unas dimensiones de unos 25 m en sentido norte-sur y 13,50 de este a oeste; su altura alcanza casi los 10 metros. En esta estructura es donde se encuentra la puerta de acceso al castillo, que ha sido restaurada recientemente tras los graves daños que sufrió a causa del terremoto de 1999. Según el análisis referido anteriormente, podríamos estar ante el ejemplo más antiguo de puerta acodada de la Región de Murcia. Se trata de un acceso ideado para dificultar la entrada al enemigo, formado por un estrecho pasillo cubierto con bóveda de cañón de unos 4 m de altura y dividido en dos tramos que forman así un doble recodo.

Una vez en el interior del recinto destaca, en la zona septentrional, una enorme extensión en superficie en la que se sitúan un conjunto de unos 25 aljibes de planta rectangular y adosados en batería. A éstos, al parecer, se asocia una enorme sima o pozo de gran profundidad excavado en la roca que se encuentra aproximadamente en el centro del castillo.