Fue construida a finales del siglo XVIII como medio de paliar la importante escasez de agua que sufría la ciudad de Lorca en estos momentos.
La primera fuente, inaugurada en 1781, tenía forma ochavada y se encontraba elevada sobre dos gradas, contando con un caño sobre cada una de sus caras. Esta fuente fue destruida por la riada que asoló la ciudad con motivo de la rotura del Pantano de Puentes.
Algunos años más tarde se llevó a cabo su reconstrucción a cargo de Julián Rodríguez. Esta nueva fuente está compuesta por un vaso circular, en cuyo centro se sitúa un pedestal de forma poligonal. En este pedestal están situados los cuatro caños que vierten el agua de la fuente, y el escudo de la ciudad en uno de sus lados.
Estos caños se encuentran adornados por mascarones de bronce a través de cuyas bocas surte el agua de la fuente. Sobre este pedestal se levanta un alto pináculo cuyas esquinas están decoradas con relieves que representan palmetas o conchas.
En el extremo más elevado del pináculo se ubica un ornamento de bronce con forma de estrella, decoración que le da nombre a la fuente y, por extensión, a la plaza.