Los Pósitos, conocidos también como Almudí, Alhóndiga o Casa del Pan, eran instituciones que nacieron a finales del siglo XIII con el fin de regular la distribución y comercio de cereales de todo tipo. También eran los encargados de recaudar los impuestos con que se gravaban estos productos.
A partir del siglo XVI los Pósitos ampliaron sus funciones, actuando como centros de auxilio en tiempos de escasez de grano y hambrunas, y también como entidades de préstamo. Oficialmente, estas instituciones dejaron de funcionar en la segunda mitad del siglo XX.
Existían distintos Pósitos en función del uso al que se destinara el grano que almacenaban. De este modo había un Pósito de los Panaderos o Casa del Pan, cuyo cereal era destinado a la producción de pan, y un Pósito de Labradores, que se encargaba de la distribución del grano necesario para la siembra en el campo.
Hacia 1530 se acostumbraba a construir los Pósitos a espaldas de la Casa Consistorial, esto sucedió también en la ciudad de Lorca. En ella, el Pósito de los Panaderos está situado en la Plaza del Caño, junto a la Casa del Corregidor y muy cerca de la Casa Consistorial. La construcción del edifico comenzó a mediados del siglo XVI siguiendo el diseño del Maestro Jerónimo Quijano.
En 1552 se construyeron los pilares y en 1553 el Maestro Sebastián Bocanegra labró las maderas que decoraban el interior y los tres escudos de piedra que adornan la fachada. En el centro se sitúa el gran escudo imperial del rey Carlos I de España y V de Alemania. A ambos lados de éste se encuentran representados los dos antiguos sellos del Concejo de la ciudad.
Este primer edificio cumplía dos funciones, los pisos superiores estaban dedicados al almacén del grano (trigo, cebada), mientras que en la planta inferior estaban instaladas las mesas y tablas de los carniceros para la venta diaria de carne y el despacho del pan.
Hacia 1760 el mal estado en que se encontraba el inmueble hacía temer un posible desplome del mismo. Por ello se desmontó la pared principal y se procedió a su reconstrucción. Ésta fue encargada a Lucas de los Corrales, a quien se deben algunos nuevos elementos como el gran arco que flanquea la puerta de acceso en la fachada principal y la reforma, y sencilla decoración, de la fachada Este. El aspecto que presenta actualmente el edificio corresponde a esta época.
El Pósito de los Panaderos de Lorca continuó con sus funciones hasta la primera mitad del siglo XX. Desde entonces ha sido utilizado con diferentes fines.
En 1928 se instaló en el edificio un Dispensario Antitracoma, y en el año 1932 se convirtió en sede del Centro Secundario de Higiene Rural. Pero su verdadera puesta en valor llegó en 1979 cuando se convirtió en la sede del Archivo Histórico Municipal de Lorca. Sus salas cuentan con valiosísimos documentos, los más antiguos fechados en 1257.