El metal se ha localizado, sobre todo, en las tumbas como parte de los ajuares, aunque también se han encontrado útiles en el interior de las casas. Los objetos metálicos hallados son de usos diversos: para el trabajo (cinceles y punzones) la defensa (espada corta, cuchillos, puñales, alabarda, punzones y remaches) o el mero adorno, como lo atestiguan los anillos y el fragmento de brazalete encontrados.
La cerámica hallada es de colores oscuros y grisáceos debido al tipo de cocción. Destacan las típicas tulipas argáricas. Además, en este yacimiento han aflorado ollas, tinajas de almacenaje, copas y cuencos de menor tamaño para el consumo de los alimentos.
Entre los útiles líticos extraidos se encuentran dientes de hoz, una punta de flecha, un núcleo y restos de talla.
Se han recuperado también punzones de hueso y adornos personales realizados a partir de la malacaofauna (caracoles, conchas marinas...) incluso han llegado a aparecer pequeños fragmentos de tejido de lino que dan testimonio de la importancia de este yacimiento.