Se han encontrado un total de dieciséis tumbas, todas de inhumación individual excepto una. Las tipologías de enterramientos son en cista, consistente en una fosa excavada y rodeada por seis o más losas de piedra que conformarían una caja; en urna, en la que los cadáveres irían introducidos dentro de un recipiente cerámico (tinaja); y por último el enterramiento en fosa.
Las cistas son de planta cuadrangular y algunas con tendencia trapezoidal. Las lajas se sujetan con contrafuertes exteriores formados por piedras de gran tamaño. El cuerpo quedaría flexionado en su interior. Todas las tumbas contaban con su ajuar: recipientes cerámicos, adornos y joyas, armas y utensilios metálicos, etc.
Como sucede en otros poblados argáricos, la mayor parte de las tumbas se encontraron bajo los suelos de las viviendas, bien sea en sus muros, o en sus inmediaciones. Es un hecho singular que apenas se constata en otras civilizaciones prehistóricas y que está relacionado probablemente con las creencias en una vida en ultratumba que también se constata en el tipo de ajuar depositado en los enterramientos.