Una importante función de la casa en la cultura argárica sería la de constituir el lugar de enterramiento. Esto fue una práctica bastante común en dicha cultura, pues se enterraban a los fallecidos bajo los suelos y los muros de las viviendas, aunque también se practicaron enterramientos en sus proximidades. En todas las tumbas, sea cual sea su tipología, el cuerpo aparece flexionado y siempre acompañado de ajuar, que comprende objetos de metal: útiles y armas, así como objetos personales y de adorno, como cerámicas y huesos de animales.
Son quince los enterramientos localizados en este yacimiento, los cuales podemos englobar en cuatro tipos de tumbas: enterramiento en cista, que sería una fosa excavada y rodeada por seis o más losas de piedra que conformarían una caja; en urna, tipo en el que los cadáveres irían introducidos dentro de un recipiente cerámico (tinaja); en cista de mampostería, los muros se levantarían en piedra y dos losas de piedra la sellarían por abajo y por encima el enterramiento, y, por último, la fosa rodeada de piedras.
Entre la casa 1 y 2 se han localizado, sorprendentemente, varios enterramientos con señalización exterior que podrían formar parte de una zona de enterramiento determinada por la comunidad.