Detalle de la Fachada Principal [Iglesia de Santo Domingo de Lorca]
Detalle de la Fachada Principal
Vista Interior de la Capilla [Iglesia de Santo Domingo de Lorca]
Vista Interior de la Capilla

Historia

El convento de Santo Domingo, titulado de Ntra. Sra. de la Piedad, por estar fundado sobre una ermita del mismo nombre, es la única fundación de los dominicos en la ciudad y data de 1551. Carlos I ratifica la fundación en 1552.

La construcción de la iglesia se llevó a cabo durante la segunda mitad del siglo XVI, labrándose la portada en 1608 por el cantero Andrés de Goenaga, que también realiza la puerta norte de la Colegiata de San Patricio en la calle Abad de los Arcos, de sencilla composición y severas líneas. Posteriormente se construyó la capilla mayor y en 1687 el interior del templo es remodelado dotándolo de una falsa bóveda de cañón de yesería y de pilastras simuladas.

El claustro comenzó a construirse en 1646 con diseño de Pedro Milanés, quien haría una parte del cuerpo inferior, mientras que la parte correspondiente superior fue realizada por Antonio de la Rosa en 1650. Otra parte del claustro fue llevada a cabo por Lorenzo de Mora y sus dos hijos.

Las últimas obras en el templo datan de 1730. Es entonces cuando buena parte de las capillas son remodeladas y se construye la fachada actual.

Sobre la capilla del Rosario

La cofradía del Rosario, fundada en el siglo XVI, tuvo su sede en la capilla del mismo nombre, en donde se conmemoraba todos los años la victoria en la batalla de Lepanto. Bajo el coro, encontramos una pintura mural de la Batalla de Lepanto, siendo este suceso bélico una representación habitual en capillas bajo esta misma advocación, debido a que la Armada cristiana se encomendó a la Virgen del Rosario para ganar la batalla de Lepanto contra el turco Solimán en 1571, y la victoria naval cristiana supuso que a partir de esta fecha empezasen a proliferar las capillas bajo esta devoción mariana. El comienzo de las obras de la capilla del Rosario tuvo lugar en 1707, trabajando en el inicio de las obras el cantero Salvador de Mora y el albañil Andrés de Miras Muñoz.

La traza del edificio se atribuye a Toribio Martínez de la Vega, maestro mayor de las obras de la Diócesis. La dirección de los trabajos cambió bastantes veces de mano seguramente porque la economía de los cofrades no permitía adjudicar toda la obra de una sola vez. En 1717 sólo estaban concluidas la capilla mayor y el camarín.

A partir de entonces las obras se ralentizan. En 1740 se hizo el contrato de la portada con el cantero Pedro Bravo Morata, artista que intervino en obras importantes como el claustro del antiguo convento de la Merced (1729) de Lorca, y fue colaborador de Uzeta en las salas capitulares de la Colegiata de San Patricio (1742) de la misma ciudad. También ejecutó la portada de cantería de la iglesia de San Lázaro de Alhama.

Baltasar Martínez Fernández de Espinosa, hacia 1743, pinta la cúpula con temas alusivos a la Virgen del Rosario y la Orden de Santo Domingo; en 1747 se concluye el retablo mayor por José Ganga Ripoll; y en 1766 hace las tallas del camarín Ignacio Castell.

Personajes

Entre los personajes vinculados a la historia de la iglesia de Santo Domingo y capilla del Rosario, destacan los siguientes:

El dominico Fray Juan Alcober, fue notario del convento. El 1 de octubre del año 2000 es canonizado por Su Santidad el Papa Juan Pablo II. Así pues, San Juan Alcober está íntimamente ligado a la ciudad de Lorca y, más en concreto, con la iglesia de Santo Domingo. Nació en 1694, en Granada. Al cumplir los quince años, entró en el noviciado. Tras los estudios correspondientes y al poco de haber sido ordenado sacerdote, se trasladó a Cádiz, con el propósito de embarcar para las misiones, pero la prohibición de que los galeones llevaran misioneros a bordo le hizo regresar a Granada, siendo destinado al convento de Santo Domingo de Lorca en 1719. Finalmente fue misionero en Manila y China, donde fue condenado a muerte.

La decoración pictórica de la cúpula de la capilla del Rosario fue realizada por el pintor Baltasar Martínez Fernández de Espinosa (siglo XVIII). Nació en Lorca en 1698 y habitó como cabeza de familia en la calle Leonés. Sobre 1745 se trasladó a Cehegín para hacer una pinturas en el convento de San Francisco (desaparecido). Falleció en dicha localidad en 1748, donde fue enterrado con el hábito y cordón que vestían los religiosos. Para el Santuario de la Virgen de las Huertas realizó las pinturas del interior, junto a Rebolloso Jiménez. Todas sus pinturas son de carácter religioso.

José Ganga Ripoll (1698-1759), natural de Orihuela, dio las trazas y ejecutó el retablo del altar mayor de la capilla del Rosario anexa a la iglesia de Santo Domingo. En su dilatada vida profesional, realizó obras muy importantes para la Diócesis de Cartagena. Poco después de 1732 realizaría dos obras significativas: el retablo principal de la iglesia del convento dominico de las Anas de Murcia (1745) y el retablo colateral del lado del Evangelio de la iglesia parroquial de San Miguel de Murcia en el mismo año. El tabernáculo de la iglesia del Real Monasterio de Santa Clara de Murcia, cuyas esculturas realizó Francisco Salzillo, es otra de sus obras  importantes (1754-56). Fue un artista polifacético ya que en 1738 ejecutó en yeso los capiteles y las cartelas que decoran la mencionada iglesia de las Anas de Murcia, así como las portadas del presbiterio, éstas en piedra.