Fachada Principal [Ermita de Nuestra Señora de la Salud de Archena]
Fachada Principal
Frontal de Piedra Calcárea [Ermita de Nuestra Señora de la Salud de Archena]
Frontal de Piedra Calcárea

Exterior

     La planta de esta ermita es rectangular, de una sola nave y una sola capilla, aunque detrás del presbiterio se prolonga con un volumen más bajo que el del edificio principal y que sirve como sacristía del templo. La planta queda dividida en cuatro segmentos gracias a tres arcos de medio punto que quedan reforzados al exterior con contrafuertes. En estos segmentos se abren un total de ocho vanos con arcos de medio punto.

     Al exterior la ermita destaca por su gran desarrollo de volúmenes vertical así como las pilastras o contrafuertes que quedan visiblemente marcados, lo que aumenta si cabe el aire medieval de toda la construcción.

     Uno de los elementos más originales de este pequeño templo es la torre campanario que tiene inserta justo en el eje central de su fachada principal y que recrea la portada de la misma. Esta torre contiene diversos elementos ornamentales, arcadas de medio punto con parteluces, esfera enmarcada con reloj y pilastras segmentadas así como una cubierta de zinc muy apuntada con aguja y decoración de escamas.

     Todo este conjunto está sobreelevado, ya que fue necesario salvar el desnivel del terreno. Para acceder a la ermita se creó una escalinata con dos vertientes que conduce a la puerta principal. Bajo esta escalinata hay una pequeña puerta que da acceso a  una cripta en la que descansan los restos del propietario del Balneario y los de su hermano el marqués de Corvera.

Interior

     La decoración interior de esta ermita es tan original como su estructura y fachada. Solo posee una capilla, que corresponde al Altar Mayor del templo. Los arcos de medio punto que dividen el interior de la ermita no se prolongan con columnas o pilastras de manera tradicional sino que un par de columnitas de poca altura y muy ornamentadas desplazan el peso, a través de unas ménsulas, a los pilares principales del muro.

     El altar mayor de esta ermita utiliza en su ornamentación el muro del presbiterio y la hornacina adintelada que se abre en el mismo. Dentro de la hornacina, sobre un altar, queda la imagen de la Virgen de la Salud, obra de Salvador Páramo que en 1878 sustituyó a la de la Virgen de los Remedios.

     En el muro del presbiterio, sobre la entrada al altar, hay una pintura al óleo de Carlos Ruiz de Rivera de temática sin duda original. Se trata de la representación de un pasaje del Evangelio de Juan (Jn 5, 5-9), aquel en el que Jesús cura a un enfermo que acudía, junto con otros, a la piscina probática del templo de Jerusalén, para esperar la llegada del ángel que agitara las aguas y permitiera la curación de los que allí se congregaban.

     El resto de las pinturas que decoran los muros del interior del templo son obra del archenero Vicente Sabater.