Siglo XVI
En 1540 se trasladó el Santísimo desde la capilla del castillo y se inauguró la nueva iglesia, esta fecha podría coincidir con la terminación de la nave principal, en cuyo caso la ejecución del tramo gótico con columnas adosadas renacentistas se situaría entre 1530 y 1540. Esto también se apoya en el cambio de gusto que tuvo lugar en toda la Diócesis hacia esta década. Después de 1530, se generalizaron las formas clásicas, y desde estas fechas fue una excepción el planteamiento de un edificio en términos góticos.
La construcción fue realizada en varias etapas
La planta, el alzado y los detalles formales revelan que el edificio fue realizado en varias etapas. Los cuatro tramos del centro o cuerpo de la iglesia con las hornacinas de los lados, fue lo que primero se realizó, a excepción de la primera capilla del lado sur, que es renacentista. A este momento corresponde también la base de la torre. A una segunda época, a partir de 1540, se puede adscribir el ábside, formado por un primer cuerpo con cúpula de casetones y el ochavo propiamente dicho con la venera que lo cubre y, de la misma época sería la parte alta de la torre. El coro de los pies se realiza en el último tercio del siglo. La sacristía, con la puerta de entrada a ella vendría a ser la obra más tardía, ya con visos manieristas.
Sobre el posible autor
No se sabe quienes fueron los maestros, pero cabría apuntar como una posibilidad, que en la iglesia vieja de Yecla intervinieran los artistas o alguno de los canteros que dirigieron la construcción de la parroquia de Jumilla. Aquí la influencia de Quijano, sobre todo en el esquema interior del ábside y en los remates de la torre, es evidente, pero no tan grande ni tan marcada como para dar por suya la obra. También las concomitancias estilísticas pudieran atribuirse a que la traza fue dada por uno de sus sucesores o discípulos, quien incorporó paralelamente elementos de otra procedencia y le imprimió un sello distinto, menos preciso y riguroso en la interpretación del lenguaje renacentista.
La decoración del coro de la iglesia vieja de Yecla, a base de casetones regulares con relieves de entidad parecida, estuvo muy extendida en el último tercio de siglo, donde se recogen influencias de Vandelvira, principal difusor de este tipo de ornamentación.
Siglo XX
En el año 1936 fue incendiada y saqueada, quedando destruido el interior del templo, perdiéndose su magnífico retablo renacentista, sus esculturas y pinturas, el valioso archivo y las veneradas reliquias que guardaba, destacando el popular "lignum crucis", regalado el año 1666 por el padre Fray Francisco Muñoz de Yecla, el cual se sacaba en las rogativas y actos parecidos, y un relicario con huesos de San Pascual Bailón.
Andrés Terol llevó a cabo las primeras obras de restauración de la iglesia en el año 1986, mientras que Liborio Ruiz realizó las excavaciones arqueológicas en el cementerio anexo a la iglesia en 1986 y 1989. Lamentablemente las intervenciones realizadas en los últimos años encaminadas a la consolidación de la estructura conllevaron la aplicación de cemento en varias zonas como en la fachada Norte y en el coro.
El edificio fue cedido por el Obispado al Ayuntamiento de Yecla en el año 1982 por un período de 99 años y se estableció un convenio con la finalidad de conservar el inmueble.