Iglesia de la Asunción de Cieza

Entre los bienes muebles que alberga el interior del templo, destacan los siguientes:

Los retablos

El retablo mayor de la Basílica, obra de carpinteros ciezanos realizado tras la Guerra Civil, por la destrucción durante la contienda del construido en 1911 por Sebastián Guillén y Manuel Carrillo. Anteriormente a éste existía un retablo barroco que fue trasladado a principios de siglo a la iglesia de 'Los Juanes' de Valencia, para obtener fondos para la instalación de un nuevo suelo para el templo.

Este retablo de estilo neoclásico, estuvo anteriormente adosado en el muro que contiene el acceso a la sacristía. Queda desproporcionado por su escasa altura con relación al espacio que lo contiene, razón por la cual se añadieron dos figuras (ángeles) de escayola y un elemento central, el Espíritu Santo.

La estructura del retablo se compone de un arco superior neoclásico apoyado sobre dos pares de columnas laterales de color siena marmóreo. A ambos lados se disponen escenas alusivas a la vida de la Virgen María. El templete, perteneciente al retablo mayor, es de un taller de Granada realizado hacia 1940.

Retablo del Corazón de Jesús, de la primera mitad del siglo XX. Tallista, Manuel J. Carrillo Marco. Realizado en madera y yeso. Alberga una escultura moderna del Corazón de Jesús. Este tallista también realizó en 1940 el Retablo de San Juan en madera.

La escultura

Flagelación de Cristo, siglo XX (1947), del escultor Juan González Moreno. Con destino a la Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía de Cieza, realiza el autor esta imagen. Realizada en madera policromada, es de perfecto modelado y detenido estudio anatómico. El rostro de Jesús es bello, vuelve su faz triste y melancólica hacia el pueblo.

Cristo del Santo Sepulcro, siglo XX (1945), de Manuel J. Carrillo Marco. Realizada en madera policromada.

Virgen de la Soledad, siglo XX (1942), del escultor Juan González Moreno. Realizada en madera policromada. Imagen de vestir, de tamaño natural, de gran expresión.

Piedad, siglo XX (1943), de José Capuz. Realizada en madera policromada. Representa a la Virgen María con el cuerpo de Cristo muerto, que sostiene con su brazo derecho.

Cristo de la Agonía, siglo XX (1941), del escultor Juan González Moreno. Imagen de tamaño mayor que el natural, realizada en madera policromada. Representa a Cristo Crucificado con sus ojos alzados al cielo, en actitud de clemencia y perdón por la humanidad.

Cristo yacente, siglo XX (1920), del escultor José Planes. Realizada en madera policromada; el tórax se presenta completamente levantado, dibujado en él perfectamente las costillas. El Cristo yacente de la iglesia de San Francisco de Lorca, del mismo autor, es muy semejante a éste. La Virgen del Dolor, siglo XX (1920), de José Planes. Realizada en madera policromada, forma conjunto escultórico con esta obra.

Virgen de la Asunción, primera mitad del siglo XX, del escultor José Planes. Realizada en madera policromada y estofada, de armoniosa composición de líneas que le dan una impresión de ingravidez.

Jesús Nazareno, siglo XX (hacia 1940), del escultor Ignacio Pinazo. Realizada en madera policromada. La túnica es de terciopelo e hilo de oro.

Virgen del Rosario, finales del siglo XIX - principios siglo XX, del escultor Sánchez Araciel. Realizada en madera policromada. La corona perteneciente a la Virgen del Rosario, es de finales del siglo XIX, del platero Senac.

Virgen del Amor Hermoso, siglo XX (1942), del escultor Juan González Moreno. Realizada en madera policromada. El Niño Jesús perteneciente a la Virgen del Amor Hermoso, es de autor desconocido, realizado también en madera policromada.

Ecce homo, siglo XX (1973), del escultor Juan González Moreno. Bella imagen de tamaño natural, en madera policromada, portando túnica roja. Rostro de facciones dulces y hermosas.

Virgen de Lourdes, siglo XX (1940), del escultor José María Ponsoda. Realizada en madera policromada. Y Santa Bernardette Soubirous, del mismo autor y de la misma época; realizada en madera policromada y telas encoladas.

Otros

San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan (situados en las cuatro pechinas de la cúpula). Se trata de cuatro lienzos de 190 cm de diámetro

Púlpito de madera, siglo XX (hacia 1940), del tallista Juan M. Carrillo.