Iglesia de tres naves, con capillas entre contrafuertes, abiertas a la nave. Posee cabecera rectangular y crucero cubierto por cúpula sin tambor, sobre pechinas. La nave central se cubre con bóveda de cañón sobre lunetos y las laterales con bóveda de arista. Sobre las capillas laterales se elevan pequeñas cúpulas rematadas por linternas que introducen luz natural. Tiene coro alto a los pies de la iglesia.
Las superficies interiores se encuentran decoradas con sillería simulada sobre el estuco de color blanco. Las bases de las pilastras cruciformes se rematan con un revestimiento de color rojo marmóreo. El pavimento es de mármol blanco y gris de Macael en alineaciones geométricas.
La entrada principal se sitúa a los pies y las laterales en el segundo tramo del templo. Sobresale la portada principal así como las laterales, buenas obras de cantería. La principal presenta arco de medio punto con pilastras, mientras que las otras dos, ofrecen un aspecto más sencillo. Estas portadas se atienen a formas renacentistas, aunque las figuras decorativas se pronuncien resueltamente por el estilo barroco.
Arquitectura
Tiene una torre de finales del siglo XIX del arquitecto murciano Marín Baldo, en el lado del Evangelio junto a la fachada principal, de 42 metros de altura, de estilo neorrománico, con bellos esgrafiados de estilo rococó, donde se representan una serie de escenas con figuras, en dos de las caras del primer cuerpo.
Zonas
Además de las partes comentadas en el apartado de arquitectura, hay que añadir otra serie de salas contiguas, de distintos usos como la sacristía actual, a la derecha del crucero y la antigua sacristía a la izquierda del retablo mayor.
Capilla principal
Está cubierta por una bóveda cañón y presenta un retablo de estilo neoclásico. Junto a la capilla principal, en el crucero de la izquierda, se sitúan retablos con altar, donde se disponen imágenes.
El altar mayor se eleva de la cota general, situado en una plataforma. El altar se compone de columnas de mármol rojo y una tabla de mármol blanco sobre éstas.
Capilla de la Virgen de Lourdes
Dedicada a una reproducción escenográfica idealizada sobre la aparición de la Virgen en una cavidad rocosa, este conjunto de hacia 1960 ocupa el espacio más profundo de la capilla, quedando libre uno de los muros laterales que comunica con la siguiente Capilla, la de las Ánimas.
Capilla de las Ánimas
Se sitúa una interesante imagen de la 'Piedad' con el Cristo muerto. En otra época había en esta capilla, un gran cuadro de Joaquín Campos, representando el Purgatorio, a modo de retablo. En el lateral opuesto se sitúa un pequeño retablo con un Cristo Crucificado.
Esta capilla, junto con la anterior, forma posiblemente el espacio más interesante de toda la basílica, por su impresionante atmósfera de luz y espacio irreal, conseguido con las cúpulas con linternas que consiguen que la luz se filtre marcando el claroscuro en el espacio interior de la capilla.
Capilla del Cristo muerto
Esta capilla es la primera de las situadas en la nave de la derecha, en ella se encuentra en el retablo principal una imagen del 'Cristo muerto'. En un lateral se sitúa una bella imagen del 'Ecce Homo'.