El Mercado de Verónicas fue también conocido como Mercado del Oeste o Mercado de la Verdura.
El inmueble estaba organizado como una gran nave abierta al exterior por medio de dos grandes puertas de acceso.
En la fachada se podían observar grandes arcadas laterales que alternaban con pilares de ladrillo en tonos rojizos. Este nuevo edificio es de estilo Modernista y el diseño de su fachada ha perdurado hasta la actualidad. Por el contrario, su interior ha sido objeto de diferentes reformas con el fin de poder adaptar el espacio a las nuevas necesidades propias de su función comercial.
En 1975, el arquitecto Daniel Carbonell Ruiz llevó a cabo la construcción de una entreplanta en el interior de la nave del mercado. Esta estructura está apoyada sobre un armazón de hormigón armado construido de forma independiente al resto del edificio, lo que permite disponer de una mayor superficie para ser utilizada. De esta manera, en la Planta Baja se situaron un total de 116 puestos o casetas para venta. De ellos, 64 estaban adosados al muro y 52 se situaban en el centro de la planta. Estos puestos están dedicados a la venta de pescados y verduras. En esta planta también se sitúan dos escaleras de acceso al piso superior, un montacargas, un despacho para vigilancia y control de pesos y medidas, un despacho para veterinario con laboratorio anexo, un local para el suministro eléctrico, un almacén, una cafetería, dependencias para el conserje, servicio de aseos públicos y todos los cuadros eléctricos de mandos.
En la Planta Superior encontramos un total de 120 puestos, de los que 44 se sitúan en el centro y 76 se hallan adosados al muro. También hay dependencias para oficinas de la Administración Municipal, vigilancia e inspección, servicios de evacuación y aseos.
Los mostradores de cada uno de los puestos o casetas situadas en el centro de ambas plantas miden dos metros y medio, mientras que los situados junto a los muros tienen un mínimo de dos metros y medio de mostrador y dos metros y sesenta centímetros de fondo. Lo que nos da una idea del tamaño de estas casetas. Los puestos se encuentran revestidos con azulejos en color blanco y el suelo está pavimentado con baldosa de terrazo.
En el centro de la Planta Baja se encuentra ubicado un sótano de 45 metros de largo por 9 metros de ancho. Este sótano está ocupado por las cámaras frigoríficas usadas para la mejor conservación de carne, pescados, verduras, congelados y otros artículos varios, como establece la legislación para estos casos.
En el exterior, destaca el tratamiento de los vanos con ventanas enmarcadas por grandes arcos, lo que favorece una gran ventilación interior. Las dos entradas principales se encuentran jalonadas por ventanas en las que se combinan el ladrillo, la piedra blanca, discos planos, puntas de diamante y columnillas adosadas con disco plano en el dintel. Todo ello perteneciente a la etapa modernista del edificio. La cubierta está resuelta a dos aguas y posee gárgolas situadas sobre los pilares de ladrillo que favorecen la evacuación de agua en los días lluviosos.