El conjunto Plaza de las Flores, Plaza de Santa Catalina, Plaza de San Pedro es un interesante ejemplo de trazado urbano concebido a partir de la agregación de los espacios abiertos que conforman cada una de las plazas.
Éstas quedan imbricadas entre sí a través de pequeñas callejuelas, que dotan al conjunto de un encanto especial.
Bordeando la plaza podemos observar edificios de estilo Ecléctico construidos durante el siglo XIX y primeros años del XX. Son estas construcciones las que ofrecen a la plaza de su entidad arquitectónica más pronunciada,representando el mejor ejemplo de arquitectura urbana de aquella época.
De los edificios conservados hasta la actualidad, destacan el Edificio de Tejidos Abad, una construcción en estilo Ecléctico datada en el siglo XIX. Es un edificio de viviendas de tres plantas con bajo comercial, en el que existe un establecimiento dedicado a la venta de tejidos. La parte central del inmueble cuenta con miradores y balcones. Los miradores se encuentran rematados por crestería. La parte superior del edificio queda delimitada por una barandilla colocada entre antepechos.
El edificio de la Librería Almela, situado en la plaza haciendo esquina con la Calle San Joaquín. Es un inmueble esquinado de tres plantas y bajo comercial. En la fachada podemos observar balcones de forja y ventanas con marcos de piedra artificial muy decorados. El edificio queda rematado por una cornisa sobre ménsulas.
Todos estos edificios han sido declarados Bienes de Interés Cultural.
En la actualidad, la Plaza de las Flores se ha convertido en una zona peatonal, en cuyo centro se ha situado una fuente, y se ha adornado con grandes maceteros, árboles, bancos de madera y farolas. En ella siguen existiendo puestos de venta de flores, además de comercios, restaurantes, cafeterías y otros lugares de ocio.