Fábrica de Harinas la Constancia

La fábrica consta de un conjunto formado por cinco edificios realizados en distintas etapas (diferentes sistemas constructivos). Cada edificio responde a la actividad que se realiza en ellos y a la época en la que se construyeron.

El edificio 1 es de construcción en tres plantas más semisótano.  Tiene tres fachadas y una medianera junto al edificio 2, recayendo la fachada en edificio 5 al ser construido éste. Las fachadas tienen ventanales modularmente repartidos a lo largo de los frentes de las Calles Hernández del Águila (cinco ventanales) y Prolongación Ricardo Gil (cuatro ventanales) con dintel de arco rebajado de ladrillo macizo.

Dentro de la fábrica de ladrillo se remarca los forjados, esquinas y cornisa de cubierta mediante juegos en la disposición de la fábrica formando entrantes y salientes rítmicos que decoran la fachada. La edificación está resuelta mediante muros de carga perimetrales de sillería de piedra en el semisótano, mampostería de piedra y ladrillo macizo en planta baja y primera, y ladrillo macizo en la última planta.

Interiormente la estructura se resuelve con muros de carga de sillería en semisótano, pilares de fundición en planta baja y soportes de pino rojo con capiteles de madera en 1ª y 2ª planta, siendo las jácenas de pino rojo en todas las plantas, forjados de viguetas de escuadría de madera también de pino  rojo y entrevigado de tablero de madera en donde se realizaron las perforaciones que servían de peso al conjunto de conductos y transmisiones que formaban la “maquinaria” de la fábrica de harina, constituyendo una unidad entre edificio y uso al que estaba destinado. La cubierta está resuelta mediante placas de fibrocemento, escalera de un tramo de madera y carpinterías de madera de hoja tipo guillotina a excepción de la última planta que son abatibles. El estado de conservación es bueno.

El edificio 2, tan importante como el primero tiene tres plantas más semisótano. Su  uso era para oficina y almacén, siendo el lugar de acceso al conjunto, en la actualidad (1990) se encuentra abandonado.

La Fachada se encuentra hacia  la Prolongación Ricardo Gil y el también el  acceso a los Molinos. La  construcción está resuelta mediante muros de carga perimetrales de sillería de piedra en el semisótano y ladrillo macizo en el resto, quedando la estructura resuelta en el interior, todo igual que en edificio 1.

En la última planta el pavimento es de baldosa cerámica plana con inclinaciones para favorecer el desagüe porque antes era la terraza. La cubierta es inclinada con teja plana de  cerámica, apoyadas sobre viguetas y correas de madera. La carpintería de madera y cerrajería de hierro, careciendo de escalera interior por lo que se accede a las plantas superiores a través de edificio 1.

El edificio 3 es una nave con sótano usado como almacén y dividida longitudinalmente en dos partes. La parte de las medianerías ocupada con silos. Se trata de una construcción resuelta mediante muros de cargas centrales y medianeras con machones de ladrillo en la fachada colindante en el acceso a los Molinos. Cubierta formada por cerchas metálicas como elemento sustentante con terminación superior de placas de fibrocemento.

El edificio 4 es una nave en ruinas. La construcción de los muros de carga es de  sillería en el sótano y machones de ladrillo en planta baja sobre los que apoyan cerchas de madera que sirven de base a la cubierta inclinada de teja plana cerámica. Tiene fachada al río y a la Prolongación Hernández del Águila, siendo la terminación de fachadas a base de enfoscado de mortero bastardo con un enjabelgado de cal.

El edificio 5  está compuesto por dos cuerpos desarrollados en planta baja y sótano que era usado para zona de servicios y la planta baja para almacén. El cuerpo que da a Hernández del Águila tiene muros de carga de mampostería y ladrillo con viguería de madera. Resuelta mediante pilares y jácenas de hormigón armado forjado con viguetas prefabricadas de hormigón armado y entrevigado de bovedillas de hormigón.