Historia del Palacio
La construcción de la fastuosa fachada barroca de la Catedral planteó la necesidad de transformar el espacio circundante con el fin de convertirlo en un lugar privilegiado. Por ello se promovió la apertura de una amplia plaza en este lugar y el derribo del viejo edificio del Palacio Episcopal. Fue el Obispo D. Juan Mateo López el encargado de proponer al Ayuntamiento la construcción de un nuevo Palacio en el lugar donde antes se situaba la Casa del Marqués de los Vélez. Este hecho queda reflejado en una lápida colocada junto a la puerta de la fachada principal. A su muerte el proyecto fue continuado por su sucesor el Obispo D. Diego de Rojas y Contreras.
En el año 1749 se comenzaron las obras. En ellas intervinieron los maestros Pedro Pagán, José Alcaní, Martín Solera y José López. Todos ellos habían participado además en la construcción de la fachada de la Catedral.
El maestro José López se encargó de la dirección de las obras, hasta que en el año 1765 se hizo cargo el italiano Baltasar Canestro. Éste, que había trabajado en las obras del Palacio Real, introdujo algunas reformas en el diseño. Reflejo de esta situación es la coexistencia en el edificio de dos tendencias dentro del mismo estilo artístico: el Rococó italiano y el francés. Las obras del Palacio fueron concluidas en 1768.
El edificio fue restaurado totalmente en el año 2002, devolviéndole el esplendor tantos años descuidado. En la actualidad, cumple la función de residencia oficial del Obispo de la Diócesis de Cartagena, siendo uno de los edificios más destacados de la ciudad.