El Claustro del Monasterio de San Ginés de la Jara  se encuentra ubicado  en la pedanía de Beal, en Cartagena.

La construcción del claustro fue paulatina y se efectuó sobre el patio del conjunto conventual al completarse con corredores altos y bajos sus cuatro lados y, posteriormente, la adición de las bóvedas en la parte inferior.

Aunque primeramente su forma era cuadrada, el Claustro actualmente es de planta rectangular, ya que la reforma efectuada en 1934 promovió la transformación de la planta  por la intervención en el Corredor Sur, que se encontraba ostensiblemente deteriorado.

El Claustro se compone de planta baja y primer piso. Los arcos de medio punto están  revestidos de los colores azul y rojo, para intentar imitar el aspecto de unas dovelas bicolores.

Del antepecho de cada uno de los vanos de la primera planta sobresale una pieza con azulejo adherido. El azulejo tiene una  decoración geométrica en los colores azul y blanco.

La bóveda del corredor oeste del Claustro presenta un estado más ruinoso, dado que se ha desplomado una parte de la misma y el resto se encuentra apuntalado.

En el centro del Claustro se sitúa un bonito aljibe de decoración con aire andaluz de azulejos de colores que fue realizada en la reforma de 1934 por Burguete.

El aljibe  se alimenta a través de pequeños canales practicados en el piso, a donde iba a parar el agua de las cubiertas. Estos canales conducían el agua hacia una arqueta, desde donde se abastecía directamente al aljibe.

Historia

Hacia finales del siglo XVI, Diego de Arce, Ministro Provincial de los franciscanos de Murcia (1595-1598), emprendió la reforma en la que se construyó el claustro dentro del Convento de San Gines de Jara, dotando al convento de la identidad arquitectónica reconocible en la actualidad.

En la década de 1670-1679 el claustro tomó su forma definitiva y, en parte, es la que ha llegado a nuestros días.

La construcción del claustro fue paulatina y se efectuó sobre el patio del conjunto conventual al completarse con corredores altos y bajos sus cuatro lados y, posteriormente, la adición de las bóvedas en la parte inferior.