Manzano Martínez, en uno de los últimos estudios realizados sobre el castillo, apunta que la hipótesis más razonable es la de considerar que, en un periodo determinado que se sitúa en época islámica, comenzaron a construirse la fortaleza de la Asomada y las edificaciones del Portazgo Superior e Inferior, quedando todos las obras inconclusas.
Tal y como refiere el arqueólogo citado, estas fortificaciones responden a un modelo con paralelos en otras partes de al-Ándalus. Se trata de castillos que hunden sus raíces en fortalezas de fundación estatal, destinadas a la representación del poder sobre extensas áreas y dispuestas en importantes nudos de comunicaciones para el control de mercancías y personas.
Sus antepasados andalusíes fueron levantados en época omeya a modo de caravansares y como base del sistema postal del estado, al tiempo que representaban al estado musulmán en los medios rurales.
El castillo de la Asomada hubo de ser construido hacia mediados del siglo XII. La presencia de las torres de esquina, en una inconfundible disposición arquitectónica, puede indicar la fecha de fundación en esta época. Manzano Martínez precisa que este elemento parece ser típicamente local, mostrando un régimen autónomo e independiente, tal y como fue el del rey musulmán de Murcia Ibn-Mardanís, a cuyo frente la taifa murciana intentó resistir la invasión almohade. Precisamente, es muy posible que la obra inconclusa demuestre el colapso del régimen mardanisí y su final claudicación a los invasores norteafricanos.