El castillo de la Asomada inscribe su planta en un rectángulo cuyas dimensiones son de 65,5 m en sentido este-oeste y 48 m en sentido norte-sur.
Adaptado a la cima del monte, es una sólida estructura cuyos muros están defendidos por torres, distribuyéndose tres de éstas en cada lado, y presentando torreones dobles en las esquinas, con el característico sistema defensivo de ángulo entrante en lugar del más común de colocar una torre en cada ángulo de la planta. Todos estos cubos desempeñan también una labor arquitectónica en el edificio, a modo de contrafuertes, para dar estabilidad a los muros.
Su interior se dispone en torno a un gran patio central que presenta, en sus lados este y oeste, sendos cuerpos rectangulares quizá destinados a diferentes dependencias o estancias.
El conjunto fue construido con un sólido tapial de argamasa cuya calidad ha conseguido que aún los muros presenten un buen estado de conservación. Lo más destacable de toda la obra es que sus alzados se sitúan a una cota homogénea en todo el conjunto, con muros claramente inacabados, por lo que todo indica que la única parte de la fortaleza que fue construida corresponde a la nivelación del edificio.