Entre las obras artísticas incluidas dentro del inmueble, destacan las siguientes:
Los retablos y la escultura
Retablo de la Capilla Mayor, de autor desconocido, mediados del siglo XX, realizado en madera y oro. Se trata de un retablo neobarroco, realizado en el siglo XX, pero utilizando las formas empleadas en época barroca, como es la columna salomónica o helicoidal y la decoración de rocallas (motivo en forma de curva y contracurva).
Está compuesto por predela o banco, primer cuerpo y ático, donde se inserta un lienzo con el tema de la Coronación de la Virgen María. En la hornacina central se ubica una escultura de San Joaquín y la Virgen Niña, en madera policromada, de autor anónimo.
Retablo del Cristo de Medinaceli (1940). Autor: Palma Burgos. Realizado en madera policromada y oro. La imagen en madera del Cristo de Medinaceli, del mismo autor, es también de 1940. La túnica de este Cristo procede igualmente del siglo XX y está realizada en terciopelo, seda y oro. Destaca el dramatismo del rostro y la boca entreabierta, como corresponde al momento representado. Tiene pelo postizo para aumentar el realismo de la imagen y corona de espinas plateada. Las manos las lleva atadas a la altura de la cintura.
Retablo de San Antonio de Padua. Autor: Desconocido. Época: ss XVIII-XX. Realizado en madera, yeso y pintura. Este retablo fue sufragado por la familia Ros, en sustitución de uno anterior que desapareció durante la Guerra Civil del 36, quedando únicamente del primitivo retablo el escudo de armas que remata el conjunto. Está formado por predela o banco, sobre el que se alza el único cuerpo, rematado por un ático. En la hornacina central se dispone la imagen de San Antonio de Padua con el Niño, del siglo XX.
Retablo de la capilla de la Soledad. Autor: Desconocido. Época: Siglo XX, estilo neogótico. Realizado en madera, se pueden apreciar los típicos motivos decorativos del estilo gótico, pero realizado en el siglo pasado. La imagen de la Soledad es una talla realizada en madera, del siglo XX, de Juan González Moreno.
Escultura de Resucitado, escuela sevillana, siglo XX. Situado en el lado de la epístola, entrando a la iglesia, a la derecha. Se trata de una talla de tamaño mayor que el natural, como corresponde a las características de las esculturas realizadas en Sevilla, que suelen ser monumentales. Se alza con los brazos abiertos sobre una nube con las vestiduras al viento. En los pies y en las manos son visibles las señales de los clavos.
Escultura del Sagrado Corazón, autor Vicente Benedicto, escultor valenciano, siglo XX. Talla en madera policromada. El Sagrado Corazón, está con los brazos abiertos y se alza sobre un pedestal en forma de nube. Sobre la túnica, aparece un amplio manto de color rojo.
Pintura mural
Milagro de San Antonio de Padua predicando a los peces, y San Antonio de Padua en el milagro de la Mula, ambas realizaciones de autor desconocido, del siglo XVIII, realizadas sobre los muros de la capilla dedicada al Santo en el lado del evangelio, con la técnica del temple seco.
Los lienzos
En la iglesia hay numerosos lienzos del siglo XVIII, todos ellos con unas medidas de 80 cm, y de autor anónimo, repartidos por las bóvedas de la iglesia: San Francisco recibiendo los estigmas, San Juan Capistrano, San Bernardino De Siena, Santa Catalina de Alejandría, San Joaquín con La Virgen Niña, San Buena Ventura, San Luis de Tolosa y Santa Rosa de Viterbo.