Historia del edificio
La Casa Maestre fue un encargo de la familia Maestre al arquitecto catalán Marcelino Coquillat Llofriú en 1906, aunque el proyecto fue dirigido por Victor Beltrí, conocido ya en Cartagena por obras como la Casa Cervantes o el Palacio de Aguirre. Esta construcción se insertaría en una de las nuevas plazas ajardinadas de la ciudad, la de San Francisco, que, junto a la Plaza de la Merced, constituía una de las zonas residenciales más populares entre la burguesía de la ciudad de Cartagena.
El proyecto de Coquillat Llofriú tenía como referencia, no sólo las características estéticas de la arquitectura catalana de principios del siglo XX,sino, de forma particular, una obra de Antoni Gaudí: la Casa Calvet.
Las referencias a la plástica del autor de la Casa Batlló y el parque Güell se adivinan rápidamente al observar las líneas curvilíneas de las balconadas y las ventanas, sin embargo la obra de Llofriú queda aún en los márgenes de la división racional de la fachada. Adquirida por el Banco Hispano Americano y sede del mismo, poco se conserva ya hoy de la decoración interior de esta casa.Hoy día este salón es Sala de Juntas. El resto de las nuevas dependencias se dedican a oficinas y viviendas.
Cabe destacar, como evidente recuerdo, la importancia de la familia Maestre, encabezada por José Maestre, en el panorama económico de Cartagena. Muy pronto emparentado con la familia, también dedicada a la minería, de los Zapata, José Maestre llegó a ser jefe del partido conservador, alcalde de La Unión, presidente de la Junta de Obras del Puerto de Cartagena y ministro en algunas legislaturas.
Despues de 1933, y tras la muerte de José Maestre, la familia llegó a un acuerdo comercial con la firma francesa, apoyada por los Rotschild, Peñarroya. Pero tras la Guerra Civil perdieron casi la totalidad de su patrimonio empresarial aunque conservando importantes propiedades en Cartagena y el norte de La Manga.
La práctica totalidad de las construcciones civiles de Cartagena o La Unión tuvieron su origen en el auge de las empresas mineras y la acumulación de poder económico y político de sus dueños.