Durante toda su carrera militar en la Marina, el ideal de Isaac Peral había sido resolver el problema de la defensa de la nación frente a la construcción de nuevas y modernas máquinas de guerra por parte de países extranjeros.
Este deseo, unido a su pasión por el estudio de la electricidad, le llevó a concebir en 1884 la idea de dar solución al problema de la navegación submarina. Por aquella época era profesor de la Escuela de Ampliación de Estudios del Observatorio Astronómico de la Marina de San Fernando en Cádiz.
El Proyecto
Tras meses de reflexión y estudio elaboró el proyecto para la construcción de un submarino, proyecto que se decidió a exponer ante el Director del Observatorio y de una junta de expertos, tras la noticia de la toma de las islas Carolinas por parte de Alemania en 1885.
La opinión de estos expertos fue tan favorable que posteriormente el proyecto se presentó al Ministerio de la Marina, dirigido en ese momento por Vicealmirante Pazuela, y más tarde a la propia Reina.
La Construcción
El 20 de Abril de 1887 la reina María Cristina aprobó la construcción del submarino. En el Arsenal de La Carraca (San Fernando, Cádiz), se puso en marcha el montaje del torpedero.
El 8 de Septiembre de 1888 se llevó a cabo la botadura. Entre 1889 y 1890 se realizaron todas las pruebas necesarias para comprobar el buen funcionamiento de la nave, resolviéndose éstas con éxito. Sin embargo, de forma inesperada, el Consejo Superior de la Marina y una Junta Técnica, nombrada por el nuevo ministro de la Marina D. José María de Beranger, rechazaron los resultados obtenidos y propusieron la desmantelación del submarino.
En 1891, Peral escribió un Manifiesto en el que relataba la multitud de inconvenientes que había tenido que superar la construcción del submarino y reiteraba la validez de las pruebas que se habían realizado. Ese mismo año pidió el retiro voluntario de la Marina.
En 1895 viajó con su familia a Berlín por problemas de salud. Allí murió ese mismo año. En la actualidad, el submarino de Isaac Peral es el símbolo más representativo de la ciudad de Cartagena y su emplazamiento un lugar de paso obligado para los visitantes.