La batería se inscribe en una planta irregular, adaptada al terreno y a las construcciones preexistentes. Aparece por tanto una estructura acasamatada, construida a unos 16 m sobre el nivel del mar, de manera paralela a la costa y perfectamente preparada para cerrar con sus fuegos la bocana portuaria. En su frente, hormigonado y camuflado casi en el paisaje, se abren los vanos concebidos como cañoneras, que corresponde cada uno a una casamata con bóveda a prueba de bomba, donde iba situada la pieza de artillería, en una disposición que se ideó para resistir eficazmente los disparos enemigos, que podrían proceder de algún buque atacante. En la terraza también se establecieron emplazamientos a barbeta para colocar ocho cañones de menor calibre.
En la gola de cada una de las casamatas se dispone una gran puerta destinada a la evacuación correcta del humo producido por los disparos de los cañones en su interior. Tras esta trasera se sitúa un edificio, semienterrado, destinado a polvorines, repuestos, alojamientos y otras dependencias, comunicado a uno y otro lado a través de túneles. Es adyacente a este módulo donde aparecen los elementos destinados a la defensa terrestre de la batería, entre los que destaca una caponera preparada para el uso de fusilería, en una disposición que algunos autores han calificado como frente atenazado.