Una intensa experiencia cultural y de ocio por los tiempos de la historia
La Fortaleza del Sol cuenta con innumerables puntos de interés en su interior. Entre ellos se pueden destacar los dados medievales, un ajedrez gigante, la maqueta de bronce, el gran Reloj de Sol, lanzapiedras, foso seco, cañoneras, el corredor cubierto, paneles culturales y de interpretación del paisaje, etc.
En una de las explanadas de la Fortaleza, concretamente la de Las Caballerizas, se ha construido un recinto que protege varios restos arqueológicos encontrados en el castillo. Este recinto está formado por una estructura metálica que acaba con una plataforma a ras del suelo de la explanada de las Caballerizas. Lorca Taller del Tiempo ha utilizado esta plataforma par organizar diferentes eventos culturales durante los cálidos veranos de la ciudad del sol.
Uno de los principales atractivos con los que cuenta la visita a la Fortaleza del Sol son las escenas en vivo, realizadas por actores que sorprenden al visitante por su vestuario y vocabulario basado en la Edad Media. Estos actores proponen diversas historias que podrían haber sucedido en las laderas de la fortaleza, y a la vez son enlace entre las distintas exposiciones con las que cuenta el Castillo. En cada una de estas exposiciones se encuentra ubicado un guía de Lorca Taller del Tiempo que ayuda al visitante a conocer los secretos de la fortaleza y de Lorca.
A continuación se presentan algunos de los edificios y estructuras más significativas de la fortaleza, y las exposiciones que acogen:
La Máquina del Tiempo: un billete hacia el pasado
El Espacio Temático Fortaleza del Sol ha construido nuevos espacios funcionales dentro de la estructura del Castillo de Lorca para facilitar de esta manera la visita y comprensión de la historia del Castillo, de Lorca, del Municipio y de la propia Región de Murcia.
La Máquina del tiempo es uno de estos nuevos espacios. Se trata de un artilugio del futuro que mediante imágenes y movimiento parece transportar al visitante al siglo XIII.
En el edificio creado para alojar la Máquina del Tiempo, se encuentra ubicada la recepción del Espacio Temático, así como una muestra de vestuario propio de la etapa medieval de Lorca.
Incluso la mascota de la Fortaleza del Sol, el halcón Bensakar, da la bienvenida al visitante en un audiovisual interactivo.
Torre del Espolón, Territorios de Frontera
La Torre del Espolón abre sus pesadas puertas para presentar la historia del Castillo de Lorca: su razón de ser.
El antiguo aljibe de la torre, situado en lo que ahora sería el sótano, se ha habilitado para recrear el ambiente de una mazmorra medieval. Una estancia que sorprende por su estructura y por su penumbra.
La planta baja de la Torre recoge una gran maqueta en madera de la ladera con la Fortaleza del Sol. Todos los detalles de este castillo se encuentran representados y localizados mediante un juego de luces. Unas pantallas interactivas completan la exposición de esta sala en la Torre del Espolón.
Tras subir las estrechas y empinadas escaleras, en la segunda planta de la Torre, un audiovisual explica la construcción y el significado de la Fortaleza.
En la azotea de la Torre del Espolón sorprende la escultura del vigilante junto a una Gran Rosa de los Vientos. Desde aquí se pueden contemplar los campos por los que las huestes musulmanas o cristianas vendrían al galope para derrotar a quien en ese momento dominara el Castillo de Lorca.
La Caballerizas: un lugar para el descanso y la distensión
En este edificio del siglo XIX se ha instalado la cafetería-restaurante 'El Real', así como la tienda de recuerdos en la que se puede conseguir desde una camiseta exclusiva de la Fortaleza del Sol hasta un juego de lápices como los que posiblemente utilizara el cantero de las torres de este Castillo.
El Aljibe Pequeño. La conquista del agua
La importancia del agua en la Región de Murcia se remonta hasta la Edad Media y más atrás. En un lugar tan indicado como un aljibe se presenta una pequeña exposición que habla sobre los distintos usos del agua en la zona.
Para que el visitante sienta un poco más de cerca el rumor del agua de Lorca se ha instalado en el interior del aljibe una gran maqueta que recrea la huerta tradicional, situada bajo un suelo de cristal; una noria de riego; leyendas sobre el agua ó aljibes a escala.
El Rincón del Arqueólogo: el pasado, escondido bajo tierra, sale a la luz en La Fortaleza
Otro de los espacios de nueva creación, totalmente integrados en las estructuras del castillo, es el Rincón del Arqueólogo.
Una de las bases de las actuaciones que han tenido lugar en el Castillo de Lorca hasta convertirlo en el Espacio Temático La Fortaleza del Sol es el trabajo de los arqueólogos. El Rincón del Arqueólogo acerca al visitante mediante recreaciones, dioramas y arqueología viva, a los sentimientos que tiene un profesional de este campo en su labor. La exposición pretende presentar la arqueología como una ciencia fundamental para comprender el significado de la historia.
El Aljibe Grande: La Tierra de las Dos Culturas
El Aljibe Grande es una de las construcciones musulmanas que aun están presentes en el Castillo de Lorca. Se trata de un gran aljibe dividido en su interior por dos arquerías de medio punto.
Este espacio se ha aprovechado para ubicar una sala en la que se unen dos culturas que han habitado la ciudad de Lorca, y la Región de Murcia, a lo largo de siglos de historia medieval, moderna y contemporánea: las culturas cristiana y musulmana.
Mediante un gran panel histórico, paneles llenos de colorido que muestran distintas escenas relacionadas con los mundos musulmán y cristiano, y una video-guía que interactúa con los visitantes, se presenta de una forma divertida y amena, a la vez que rigurosa, la historia de estas dos civilizaciones en el municipio de Lorca, y por extensión, en la Región de Murcia.
También cuenta el Aljibe Grande con una sección dedicada a grandes personajes que han tenido relación a lo largo de la historia de la ciudad con el Castillo.
Los Hornos: La Cultura del Pan
Un nuevo edificio acoge dos hornos de pan realizados en el siglo XIX, y descubiertos durante los trabajos de acondicionamiento de la Fortaleza.
Uno de ellos se ha dejado en el estado en el que se encontró, pero el otro ha sido restaurado con la misma técnica con la que se realizó en un principio, con ladrillos de adobe.
Además de poder descubrir los secretos de un horno del XIX, el espacio recoge una escena que transporta al visitante a los años en los que estos hornos permanecían activos. Una figura de mujer ataviada con el vestuario propio de la época amasa el cereal mientras que una figura masculina introduce el pan en el horno.
Una recreación que hace incluso que la estancia huela a horno y a pan recién elaborado.