La Casa de las Cariátides, Museo de Bordados del Paso Azul, está dividida en dos plantas, que a su vez poseen varias estancias dedicadas a la exposición de mantos, túnicas, estandartes y tronos.
Primera planta: recepción y bienvenida a cargo de la imagen de Nuestra Señora la Virgen de los Dolores.
Primera estancia: recepción
En esta primera sala se encuentra la recepción del Museo que incluye una pequeña tienda donde adquirir recuerdos de esta cofradía, desde pañuelos azules a pines en forma de caretas (Este es el nombre del himno del Paso Azul).
Frente a la recepción se puede apreciar el rostro de la Virgen de los Dolores, titular del Paso Azul, bordado en uno de los estandartes que forman parte del patrimonio de la Cofradía. Es obra de Emiliano Rojo.
Segunda Estancia: el patio
El patio de la Casa de las Cariátides cuenta con cuatro puntos de interés que no pasan desapercibidos:
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Parte del antiguo trono de la Virgen de los Dolores.
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El Manto de Difuntos. Se le da este nombre a un manto que ha acompañado en el último viaje a los simpatizantes del Paso Azul que lo han pedido. Normalmente se coloca en el ataúd de los cofrades azules que han fallecido en Lorca. Cuando el manto no se encuentra en el Museo el Paso Azul está de luto.
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Mantos de Júpiter y Apolo. Una de las características del Paso Azul es que algunos de sus mantos representan dioses de la mitología greco-romana. En este caso el águila, símbolo de Júpiter, y un busto de Apolo. Pero estos mantos hablan de una figura muy importante para el Paso: Francisco Cayuela. Cayuela fue director artístico de la cofradía a principios del siglo XX. Estos dos mantos se realizaron a partir de obras realizadas por él.
Segunda Planta: de la Sala del Tesoro al Triunfo del Cristianismo
Tras subir las escaleras que dan acceso a la segunda planta se accede a una pequeña sala, que sin embargo guarda parte de la esencia del Paso Azul.
Primera sala religiosa: Sala del Tesoro
Cuatro estandartes destacan en el Paso Azul por encima de los demás. Se trata de el Reflejo, el Ángel Velado, San Juan y María Magdalena. Esta estancia los guarda con recelo para que sólo sean visitados por las personas realmente interesadas en su historia.
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El reflejo. Este estandarte debe su nombre a que la imagen de la Virgen que se encuentra bordada en él, es un fiel reflejo a la escultura que procesionaba con el Paso Azul antes de la Guerra Civil, y que fue destruida durante la contienda. Posee también las caras de las bordadoras que hicieron posible este estandarte en seda y oro: son los ángeles que acompañan a la titular de la Hermandad de Labradores.
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El Ángel Velado. El estandarte representa un ángel que es protegido por un fino velo de tul. La excelente técnica de las bordadoras del Paso queda de manifiesto con esta excelente obra en seda y oro.
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San Juan y María Magdalena. Estos dos personajes del Nuevo Testamento acompañaron a Jesús en sus momentos de pasión, y tienen vital importancia dentro de la Semana Santa lorquina y sus desfiles Bíblico-Pasionales. La decoración en oro que rodea a las dos figuras muestra la exquisitez de los bordados azules de principios del siglo XX.
También en esta sala se puede apreciar la túnica de uno de los Nazarenos de los 7 Dolores de la Virgen.
Segunda sala religiosa: el primer manto de la Virgen Azul
Un espacio aún menor que el anterior guarda auténticas reliquias para la Hermandad de Labradores. En vitrinas bien resguardadas de la intemperie y de los descuidos se pueden descubrir:
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Túnica de mayordomo del Paso Azul, bordadas con hilo de oro.
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El Manto Negro de la Virgen de los Dolores. Se trata del manto más antiguo de la Semana Santa lorquina. Fue realizado en 1856, aunque en el siglo XX sería sustituido por el manto, obra de Cayuela, con el que desfila en la actualidad la Madre de los azules. La razón de esta sustitución fue que el Manto Negro pasó a considerarse una verdadera reliquia para el Paso y era necesario conservarlo.
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El Estandarte del Cristo de la Buena Muerte, realizado por Emiliano Rojo en 1964.
Primera sala bíblica: Las últimas adquisiciones del Paso
En esta estancia existen 4 estanterías que contienen algunas de las mejores piezas del Paso Azul.
En la estantería central se encuentra el manto de la Crucifixión de San Pedro.
En la vitrina de la derecha se puede apreciar el manto de la Sibila Cimeria.
A la izquierda se presentan cuatro capetas de etíopes estrenadas en la Semana Santa lorquina de 2005. Representan al Templo de Isis, la Ciudad de Nubia, el Faraón, y la Guardia del ejército del Faraón.
En tres pedestales y una vitrina de menor tamaño se encuentran expuestos los mantos que representan a los cuatro padres de la iglesia: San Gregorio, San Ambrosio, San Jerónimo y San Agustín.
Segunda sala bíblica: de los dioses de la mitología greco-romana al Triunfo del Cristianismo
Una relación de mantos con imágenes bordadas de dioses mitológicos se exponen en esta sala. Entre ellos se puede destacar por la variedad de colorido que representa a Poseidón, el dios griego del agua. También resulta interesante el Manto de la diosa romana Venus por la intensidad de su mirada y la expresión de su rostro.
Para cerrar el Cortejo Bíblico en los desfiles bíblico-pasionales de la Semana Santa lorquina, el Paso Azul cuenta con la Carroza del Triunfo del Cristianismo o del Ángel Caído. En el Museo de Bordados se presenta el Manto de la Resurrección de Cristo. Este manto está realizado con 16 m2 de oro y seda. Como detalle del bordado se puede apreciar el rostro del Apóstol San Pedro, piedra angular de la Iglesia Católica, y una imagen de Cristo Resucitado.