Edificio
Historia
Nacimiento de la Hermandad de Labradores: el Paso Azul
Aunque aparecen noticias de cofradías en la Lorca del siglo XVI, sería en 1752 cuando se comienza a hablar de la Hermandad de Labradores Lorquinos, bajo la advocación de Nuestra Señora la Virgen de los Dolores.
En 1855 se formaría dentro de la Hermandad el Paso de Nazarenos Azules, llamados de esta forma por el color de sus túnicas. Este sería el germen del nombre con el que se conoce en la actualidad a esta cofradía: Paso Azul.
En esta cofradía, desde el siglo XIX, se han realizado bordados en los mantos, estandartes y túnicas de Semana Santa.
Creación del Museo de Bordados
Para poder guardar este rico patrimonio de la Cofradía, el Paso Azul adquirió el Viernes de Dolores del año 1987 la Casa de las Cariátides, ubicada en la calle Nogalte, antigua salida hacia Granada, a escasos metros de la Sede Religiosa de la Cofradía, la Iglesia de San Francisco.
La Casa de las Cariátides es uno de los mejores ejemplos lorquinos de la arquitectura ecléctica, de finales del siglo XIX. Un inmueble que forma parte del Patrimonio Artístico Nacional y que tiene Protección Integral.
La casa fue construida en 1890 por Encarnación Escobar. En los años 1988 y 1989 sufrió una espectacular restauración de manos de Cristiano Guerra y Sebastián Miñarro. Su trabajo en la conservación de las estructuras interiores y la fachada de la Casa de las Cariátides merecieron la Mención de Honor en los Premios de Arquitectura y Urbanismo de la Región de Murcia.
Pero cuando realmente la casa se convirtió en hogar para el Paso azul fue tras su inauguración como Museo de Bordados del Paso Azul en 1990.
Arquitectura
La fachada que engalana y guarda el patrimonio artístico de los Azules
La Casa de las Cariátides, Museo de Bordados del Paso Azul, fue construida en 1890. En su fachada se pueden apreciar las tendencias eclécticas que a finales del siglo XIX y primeros del XX caracterizaban la arquitectura en el levante español.
La fachada de la Casa se levanta en dos alturas. El primer cuerpo se levanta sobre un zócalo de piedra, y sus muros están decorados con almohadillado de estuco.
El segundo cuerpo fue realizado siguiendo las tendencias de la renovación del lenguaje oriental para los palacetes, con mayor decoración y rematado con balaustrada. Las ménsulas que decoran este segundo cuerpo poseen forma de cabezas femeninas, de ahí el nombre con el que se conoce a la Casa.
El interior del edificio consta de tres plantas articuladas en torno a un patio¿galería acristalado, y unidas por una grandiosa escalera con ciertos toques modernistas.