Sala de los aperos para animales [Ceutí_Museo conserva]
Sala de los aperos para animales
Carro en el pasillo de entrada a un patio [Ceutí_Museo conserva]
Carro en el pasillo de entrada a un patio

Historia

Desde los años 80 del siglo XX José Antonio Marín, Cronista Oficial de Ceutí, llevaba a cabo la labor de enseñar a los jóvenes de Ceutí las tradiciones y los oficios que habían acompañado a sus antepasados. Por este motivo en el año 1989 se cede el espacio de una antigua Fábrica de Conservas para la ubicación de todos los enseres y utensilios que servían para rememorar y aprender de las antiguas tradiciones de Ceutí.

En estas fechas los vecinos de Ceutí comenzaron a colaborar en la ampliación del Museo Etnográfico gracias a  donaciones desinteresadas, el Museo acabaría convirtiéndose en una colección amplísima.

Pero a principios del siglo XXI, concretamente en 2003, el gran proyecto cultural Ceutimagina toma el espacio de la Fábrica de Conservas para crear un complejo en el que reunir distintas exposiciones temporales sobre el mundo de la ciencia y las artes. El Museo Etnográfico debía cambiar su lugar.

El Ayuntamiento de Ceutí decidió que el lugar más adecuado para reinstalar el Museo sería una vivienda de mediados del siglo XIX situada en una de las céntricas calles de la localidad. Esta casa poseía una peculiaridad que la hacía ideal para recibir todas las pertenencias del Museo: se trataba de la antigua Fabrica de Conservas Vegetales de Tomás García Lorente.

Tras un concienzudo trabajo de restauración de la fachada y una reconstrucción del interior, en octubre de 2005 el Museo de la Conserva Vegetal y las Costumbres, Siete chimeneas, de Ceutí abría sus puertas para el disfrute de todos los visitantes.

Arquitectura

El Museo de la Conserva Vegetal y las Costumbres de Ceutí se encuentra ubicado en una vivienda-fábrica familiar de conservas de mediados del siglo XIX adquirida por el Ayuntamiento y restaurada en el año 2005.

La fachada de la casa consta de dos cuerpos en altura y divide claramente la zona de la vivienda asociada a la entrada de transportes para las conservas, y la dispuesta para oficinas, así como distintas dependencias para el manejo de la fruta, y de habitación familiar.

En el cuerpo inferior de la fachada presenta dos ventanas flanqueando una pequeña puerta que hacía de entrada a las oficinas y a distintas dependencias de la casa (de trabajo y subida al segundo piso). También en esta parte se encuentra una puerta más amplia, sobre la que está ubicado el cartel de la antigua fábrica, que supondría la entrada de los transportes a uno de los patios de la casa.

En el cuerpo superior de la fachada se pueden observar cuatro balcones, con su rejería original, de otras tantas estancias para habitación de la casa familiar.

El interior del Museo de la Conserva Vegetal y las Costumbres es una gran obra de reconstrucción de la vivienda, y una original forma de distribuir el espacio en diferentes habitaciones pensadas para que acojan las salas del Museo. Con todo, en la labor de restauración-reconstrucción de la casa se han intentado estructurar las dependencias en torno a los dos patios originales de la fábrica; el suelo de algunas estancias es el original.

La planta baja está dividida en 7 estancias que giran alrededor de dos patios. A la planta superior o primer piso se puede acceder a través de dos escaleras: una interior (ubicada en el mismo lugar que la original) y otra en uno de los patios. Esta planta se encuentra dividida en 5 habitaciones y un balcón por el que se accede a la escalera que baja al patio.