En la actualidad lo más destacado del ajuar artístico es el órgano de la iglesia, de 1734, restaurado recientemente en un taller de Cuenca.
El instrumento mide cinco metros de alto por tres de ancho.
También la imagen de la Virgen del Rosario Aparecida, de 1945, obra del escultor Sánchez Navarro y restaurada por el escultor Hernández Navarro; y la imagen de San Onofre, talla del escultor González Moreno.
La cúpula de la iglesia se halla decorada con pinturas murales que representan a los cuatro Evangelistas (San Juan, San Lucas, San Marcos y San Mateo), de autor desconocido, de comienzos del siglo XIX.
Se pueden destacar otras obras como La Dolorosa (siglo XX), de Hurtado Meseguer; San Juan (siglo XIX), de Roque López; y Nazareno (siglo XX), de Bernabé Gil Riquelme.