Historia y Personajes
Historia
Siglo XVII
Fue inaugurada en el año 1604, año en que se hizo cargo del convento la Orden de Franciscanos Alcantarinos. Esta Orden tiene su origen en la Reforma de San Pedro de Alcántara instituida al finalizar el Concilio de Trento.
El antiguo convento de franciscanos descalzos fue concedido al Concejo de la villa, tras numerosas peticiones hechas al monarca, ya que la parroquia de Santiago era insuficiente para atender las demandas de culto de los vecinos.
Es en 1602 cuando se establece en Totana la Orden Franciscana y se le concede la ermita de San Roque y los solares anexos para la edificación del convento que estaría ubicado en el Barrio de Triana. Un año después termina la construcción del convento, fundándose el Monasterio de San Buenaventura.
El convento de franciscanos descalzos de Totana permaneció bajo la autoridad provincial de San Juan Bautista de Valencia durante 53 años, hasta que en 1659 pasa a depender de la provincia descalza de San Pedro Alcántara de Granada, juntamente con otros cinco conventos de descalzos del Reino de Murcia.
En el año 1643 se está construyendo la capilla de San Pascual en el convento, y el Lic. Don Gonzalo de Canovas Fuertes, comisario de la Santa Cruzada, dice en su testamento que desea enterrarse en ella. Aunque el lugar de enterramiento, hasta el siglo XIX, eran las capillas de la parroquia, no obstante hay terciarios que tenían su sepultura en el convento, con licencia del provincial de los franciscanos descalzos. La Orden tercera fue fundada por San Francisco, hoy Orden Franciscana Seglar (O.F.S.).
Desde el siglo XIX hasta hoy
En el año 1810, los religiosos de Totana tuvieron que abandonar el convento de San Buenaventura, ante la invasión napoleónica. El ejército francés se apropió, no sólo de las habitaciones de los religiosos, sino también de las alhajas de las imágenes, los objetos de plata y oro, vasos sagrados, cálices y relicarios. Mientras, la tropa se alojaba en las celdas y claustros del convento, las caballerías tuvieron su establo en la iglesia.
Cuando se estableció la paz y volvieron los frailes descalzos de N.P. San Francisco a su convento, fue posible la restauración de la iglesia y convento gracias a la generosidad de la villa. Muchos cuadros e imágenes de gran valor se perdieron para siempre.
En septiembre de 1835, los religiosos del convento de Totana sufrieron la exclaustración. Todos los bienes de la Comunidad religiosa fueron confiscados por el Gobierno.
En los primeros años de la Desamortización, encontramos la iglesia del convento de San Buenaventura abierta al culto, como adyutriz de la parroquia de Santiago. El edificio del convento había sido incautado y vendido por el Gobierno a particulares. El huerto fue tasado, en 1844, a A. Sánchez, y el convento, a A. Andreu.
En la actualidad son los Padres Capuchinos quienes habitan el inmueble del convento y se hacen cargo de la iglesia, datando la existencia de estos frailes en la ciudad de Totana desde hace más de cien años. En 1899, es cuando la comunidad franciscana de PP. Capuchinos recuperan el viejo convento de San Buenaventura.
Personajes
Entre los personajes relacionados con la historia de la iglesia y el convento sobresale el Padre Melchor de Benissa, que en 1899, pasa a formar parte de la comunidad de frailes capuchinos de Totana. Exceptuando el periodo comprendido desde enero de 1902 hasta diciembre de 1904, será el guardián del convento hasta su partida a Roma en 1917. Hizo del convento un centro cultural y religioso de primera magnitud, siendo él algunas veces el promotor directo de las obras y, otras, tutelando las iniciativas ajenas.
También cabe destacar al fundador de los frailes capuchinos, el franciscano Fray Mateo Bassi (1495-1552), quien devolvió a su rigor primitivo la Regla de San Francisco. Fue una reforma franciscana aprobada por el Papa Clemente VII en 1528, aunque su fundador la abandonó en 1537, volviendo a la orden Franciscana, en la que murió.