El exterior
El templo se encuentra elevado respecto al nivel de la calle, por lo que se accede a la Plaza del Convento a través de unas escaleras de doble tramo y balaustrada metálica actual.
La fachada principal es muy simple, posee una portada de acceso al interior del templo muy sencilla, coronada por un frontón triangular, sobre el que se dispone un gran ventanal para iluminación natural del coro. Sobre la ventana existe un bajorrelieve moderno. La fachada termina en una cornisa moldurada de líneas quebradas y como remate se sitúa una cruz.
A la izquierda de esta fachada se dispone la única torre con la que cuenta la iglesia. El último cuerpo de esta torre, rematado por una veleta, es el de las campanas, elemento muy importante en otras épocas que regulaba la vida en la ciudad y para llamar al pueblo en oración.
El interior
Ya en el interior de la iglesia podemos apreciar que se trata de un templo de una sola nave con capillas laterales comunicadas entre sí, coro a los pies y presbiterio en forma de exedra.
La amplia nave está cubierta por bóveda decorada con tondos pictóricos, decoración geométrica y franjas y líneas color verde y doradas, sobre fondo blanco. La iglesia carece de cúpula y crucero.
En el centro del altar mayor se encuentra ubicada la imagen de Las Tres Ave Marías y unas vidrieras diseñadas por el padre Rafelbuñol. Existe otra vidriera a la derecha de la nave que es obra de Manuel Rodríguez Bariaín de 1987.
En el lado del Evangelio encontramos las siguientes capillas: Capilla del Abrazo de San Francisco, Capilla de Jesús Nazareno, Capilla del Cristo de la Sangre, Capilla de San José, Capilla de Santa Eulalia, Capilla del Cristo de Medinacelli. La cúpula de la capilla de Jesús Nazareno está adornada con motivos florales. Desde la Capilla del Cristo de la Sangre se puede acceder a la cripta que se conserva en optimas condiciones y que data del siglo XVII.
En el lado de la Epístola: Capilla de la Reina de Los Corazones, Capilla de Ntra. Sra. de la Alegría, Capilla del Sagrado Corazón.