Representaciones de la vida cotidiana
Las pinturas rupestres de Fuente del Sabuco se distribuyen en dos abrigos. Su estado de conservación es relativamente bueno, aunque algunos procesos de desconchado han afectado a algunas de las pinturas.
Sin embargo, el mayor deterioro no lo ha causado ni la exposición ambiental, ni el desconchado de la roca ni los muchos milenios transcurridos, sino un ataque vandálico que extrajo una figura entera.
El abrigo I, de 4,20 de apertura de boca y 1,50 metros de profundidad, es el que más motivos conserva; 77 figuras que representan arqueros, cuadrúpedos, figuras femeninas, figuras masculinas, etc. Entre todas ellas destaca una escena de lucha entre dos grupos de guerreros en la que participan un total de 16 figuras de gran expresividad y que incluso están dotadas de armamento. Además de estas, hay 20 representaciones antropomorfas, siete de ellas femeninas.
El abrigo II, apenas a unas decenas de metros del anterior, es una pared casi vertical protegido en su parte más alta por una cornisa; conserva 14 figuras; cuadrúpedos, figuras humanas masculinas y femeninas, arqueros y algunos motivos indeterminados.
Descubierto en el año 1967 tras la apertura de unas canteras, la Fuente del Sabuco es un importante conjunto artístico que a través de sus representaciones ha aportado a los investigadores numerosos datos acerca de varias facetas de la vida cotidiana en época prehistórica, proporcionando información sobre la caza, la guerra, vestidos, usos y rituales. Así, las figuras femeninas aparecen vestidas con faldas triangulares y peinados globulares; en las masculinas hay arcos, lanzas y un hacha. Es curiosa la similitud entre los tocados del cabello y las faldas de las figuras femeninas de este abrigo, con otras situadas en Moratalla (La Risca) y a más de 70 kilómetros de distancia, como son las conservadas en el abrigo de Los Grajos, en Cieza. Estos parecidos están documentando una similitud de usos y costumbres derivados, tanto de ciertos rasgos culturales comunes, como de la practicidad de estos vestidos. Se conserva también una representación de una escena de danza, un baile fálico, que es una de las cinco conocidas en la región.