En la órbita de Begastri
El yacimiento romano de Ermita de Santa Bárbara hay que relacionarlo con otros asentamientos de escasa entidad de su entorno más próximo; entre estos otros yacimientos se puede citar la Ermita de San Sebastián, a escasos 500 metros del anterior y probablemente se trate del mismo conjunto arqueológico. La cerámica recogida en su superficie es muy parecida en cuanto a producciones y cronología a la del yacimiento de Santa Bárbara. Otro establecimiento rural muy próximo es la Villa de Canara en la que las excavaciones documentaron una gran villa que está en uso desde los siglos I al III d.C.
Todos estos yacimientos se localizan en la margen izquierda del río Argos; el de más entidad es el de Virgen de la Peña, situado en una posición estratégica que permite el control del acceso natural al río; en torno a este se localizan todos los yacimientos citados; la Ermita de Santa Bárbara y San Sebastián, la villa de Canara o El Empalme, donde también hay una necrópolis de inhumación. Todos estos yacimientos, junto con Begastri y el acueducto del Paraíso, además de todos los conocidos en el municipio de Caravaca, documentan la intensidad de la romanización en esta comarca, un proceso que se inicia en una fecha muy temprana (mediados del siglo I a.C) y que se prolonga hasta los últimos momentos del Imperio Romano.
La influencia de Roma fue tanta y su cultura caló tan profundo en esta comarca, que Begastri y su entorno fue uno de los lugares que mantuvo sus costumbres y tradiciones en los primeros momentos de la dominación islámica dentro de las tierras del Pacto de Teodomiro.