Los vestigios hallados
Los restos arqueológicos asociados a lo que debió ser una villa se encuentran en el paraje conocido como Abrevadero de la Fuente del Capitán. En un pequeño promontorio, en la margen izquierda de la carretera (a su derecha queda el manantial de Fuente Caputa) se conservan algunos restos de muros, junto con abundante cerámica romana en superficie de época altoimperial. Hace unos años se documentó el impluvium central de una villa (un espacio situado en el centro del patio en torno al cual se articulaban las diferentes estancias de la villa y al cual iba a parar el agua de lluvia recogida en el tejado de la casa) y el hypocaustum (sala en la que se realizaba la combustión de leña y que proporcionaba calor a termas o, en ocasiones, a sistemas de calefacción de las villas romanas). Además, en unos trabajos agrícolas, un tractor sacó una bañera, lo que documenta la existencia de un pequeño establecimiento termal, bien asociado a la villa, bien asociado a la Fuente Caputa.
Elementos relacionados
Junto a las estructuras, se hallaron numerosos fragmentos cerámicos que arrojan una secuencia histórica bastante amplia que se debió iniciar a mediados del siglo I a.C y que continuó al menos hasta finales del III d.C. Los restos arqueológicos estarían directamente relacionados con la cercana presa de Caputa y con la villa de Villaricos, gran espacio residencial de época romana en la que se ha documentado la existencia de estructuras relacionadas con el trabajo del aceite.
Directamente relacionado con esta villa, además de la presa situada a poco menos de dos kilómetros, esta la calzada romana localizada en las proximidades de Mula y cuyo trazado original probablemente pasaría junto a este establecimiento.