Debido a las desamortizaciones del siglo XIX, el poder político y económico de las villas principales del territorio peninsular pasó de manos de las Ordenes Religiosas a grandes propietarios y oligarcas que solían asumir la dirección de los concejos municipales. Muchas de las propiedades de la Iglesia acabaron siendo vendidas al mejor postor, y puede que este fuera el caso de la zona donde se ubica esta Casa Granero, ya que su fecha de construcción, 1808, nos remite a las vicisitudes de este período histórico.
La Casa Granero perteneció a la familia y herederos del Conde del Valle de San Juan hasta el año 1978, fecha en la que fue adquirida por el Ayuntamiento de Calasparra. Una vez que la acción municipal dispuso de ella, la acomodó y rehabilitó, con un proyecto del arquitecto Francisco Martínez Llorente, para formar parte del patrimonio de la villa y ser disfrutada y admirada por quienes viven y visitan la ciudad.
La adquisición de este edificio por el Ayuntamiento de Calasparra se consideró histórica, dado su valor patrimonial.
Posteriormente, en 1995, el Ayuntamiento pudo beneficiarse también del amplio archivo que el conde había recopilado, y en el que se pueden estudiar documentos a partir del siglo XIV. Con el actual acondicionamiento del Molinico, también antigua propiedad de los Condes del San Juan, estos documentos formarán parte del futuro Archivo Municipal de Calasparra.