Dividido en dos plantas y ático a modo de desván, exceptuando la estrecha fachada de entrada, el resto del edificio, y en especial la fachada que da a la calle San Sebastián, nos muestra claramente su carácter de almacén, sencillos vanos enrejados a lo largo de la fachada se enmarcan dentro de la austeridad de todo el edificio.
Arquitectura del Interior y Exterior del Edificio
En su interior, un patio separa y al mismo tiempo comunica los dos ámbitos del edificio, el granero y lo que en tiempos sería el domicilio familiar.
En su exterior podemos apreciar la división de los distintos pisos. Dos ventanales enrejados flanqueando la puerta principal- de dos hojas de madera-, tres balconadas en el primer piso, rematadas con dinteles rectos y salientes, y tres ventanales enrejados pequeños en el tercero nos muestran la división de esta arquitectura de sobriedad castellana, sin mostrar más elemento decorativo que las ménsulas de piedra y las máscaras con guirnaldas del tercer piso.
La puerta de entrada está enmarcada con un dintel de piedra y se corona con una inscripción con escudo de armas que nos recuerda la fecha de construcción del edificio, así como el nombre y títulos de su patrocinador.
Como tantos edificios privados, a últimos de este siglo pasado (s. XX) ha sido recuperado para aumentar el patrimonio arquitectónico civil de Calasparra y de la Región de Murcia.
Hoy es sede de la Oficina de Información Turística, y su diseño neoclásico sobresale de las demás edificaciones de la Calle Mayor.
Al otro lado de la calle y a pocos metros de la Casa, se ubica la Torre del Reloj reconstruida a principios del s. XX.