En la iglesia de Santiago Apóstol de Lorquí se custodian algunas obras de arte sacro de gran valor. Una relación de las mismas sería la siguiente:
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Virgen de la Inmaculada Concepción: obra de tamaño igual al natural. Hay quien la atribuye a los hermanos Araciel.
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San José: imagen atribuida a Francisco Salzillo. Esta imagen fue restaurada en el Instituto de Patrimonio Histórico Español en 1997. Se trata de una obra de bulto redondo formada por dos imágenes: San José y el Niño Jesús. San José aparece vestido con túnica y manto; porta en su mano derecha un bastón y en la izquierda sostiene el Niño. En el pecho de San José asoma la típica camisa del siglo XVIII muy utilizada por Salzillo en sus obras. Destacar la técnica del estofado en la vestimenta de San José con un delicado trabajo de decoración a base de elementos vegetales.
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Cristo Nazareno: atribuido a Francisco Salzillo o a su escuela. Se trata de una imagen de vestir del siglo XVIII. Presenta talla en cabeza, manos y pies y el resto es un armazón de madera. Los brazos son móviles. Los pies están tallados hasta la altura de los tobillos y sujetos a la peana por calvos. Lleva una cruz sobre el hombro izquierdo que sujeta con ambas manos, mientras dirige la mirada hacia la derecha. El pelo es pintado, ya que la cabeza estaba pensada para llevar peluca. Es posible que fuese la familia Marco quien la donase a la parroquia.
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Virgen de los Dolores: imagen barroca del siglo XVIII, atribuida a Salzillo o a su escuela. Se trata de una imagen de vestir con manos y cabeza talladas en madera.
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Santiago Apóstol, titular de la parroquia: se sitúa en el retablo del altar mayor ocupando la hornacina central. Hacia 1941 fue comprada en Valencia por Eduardo Martínez Carbonell. Se trata de una talla en madera. Está representado como peregrino vestido con túnica y esclavina. Su clasicismo se refleja en el tratamiento de los pliegues rectos y sin movimiento. En 1995 el escultor Francisco Liza Alarcón retocó la imagen, así mismo, se sustituyó la Virgen del Pilar que sostenía en la mano por un libro.
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Corazón de Jesús: fue donada por Gregorio García en la década de los años cuarenta.
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La Virgen del Rosario: se encargó en 1939 al imaginero murciano Juan González Moreno; fue sustituida en 1959 por otra encargada a Lozano Roca. Hacia 1995 fue llevada a restaurar a los talleres del escultor Francisco Liza.
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San Juan Evangelista: se cree obra del imaginero Noguera.
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Virgen de la Luz: situada en la Capilla del Bautismo. Fue encargada como imagen de vestir al escultor Juan González Moreno para sustituir a la Virgen del Rosario, desaparecida en la Guerra Civil. Pero en los años cincuenta se pidió una nueva imagen al escultor Lozano Roca, quedando la Virgen de la Luz guardada hasta que se fundó la cofradía del Cristo Resucitado y salió en procesión. Se mandó a los talleres de Francisco Liza para hacer de ella una imagen enlienzada. De ésta sólo se conserva la cabeza.
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Cristo Crucificado: Cristo de talla en torno a 1,58 metros de altura. Fue realizado por la escultora Concepción Cuesta y encargado por Matías Martínez Carbonell, quién lo regaló a la parroquia de Lorquí. Dispone de brazos móviles que le permiten ser expuesto en forma yacente representando al Cristo muerto.