A espaldas de la iglesia de Santa Mª Magdalena se puede ver la esbelta figura de la Chimenea de la Fabrica de Tomás Colaña, se distingue de las demás por que le falta su corona, destruida en el 2000 por un terremoto.
Su basa cuadrada está recubierta de yeso, queriendo en su momento que sirviera de pared de la estancia que se quería construir.
Pero se aprecia aún en lo alto de la basa su decoración a base de ladrillos dispuestos como ornamento.
En la parte baja, se encuentra un vano en forma de arco como salida de humo para mejorar el tiro, hecho de madera de olivo o carrasca.
El fuerte tiro no dejaba que la coronación de las mismas se ennegreciera, por ello se pueden observar los dibujos decorativos. La chimenea de Tomás Colaña ha dejado de estar coronada, pero su firme presencia impone cuando se la ve de cerca.
Dentro de todas ellas, también de ésta, una escalera se sujetaba al ladrillo; era la que ayudaba a realizar la construcción, una construcción difícil, pero a la vez sencilla de observar.
En la actualidad existe el proyecto de restaurar fábricas completas donde se aprecie la maquinaria y la forma en que se realizaba el proceso de la conservera.
Todas tienen hoy iluminación para destacarlas. Son monumentos de un pasado muy reciente y su protección se debe al deseo de conservar esta denominada arquitectura industrial, que benefició en su momento a los lugares donde fueron instaladas, todas ellas en el centro urbano. Poco después se vería la necesidad de ubicar las fábricas fuera de las ciudades, pero estas pioneras quedaron en el centro urbano y la desaparición del humo que desprendían es la única prueba de que ya no están 'vivas'.