Historia
El símbolo de la minería dentro de la historia unionense debía quedar sellado de alguna forma en el municipio, y éste no fue otro que el de un museo donde se recogiera todo su pasado minero.
El planteamiento de esta exposición museística abordaba el poner de manifiesto la importancia económica de la minería para el municipio de La Unión y sus alrededores. Pero además se pretendía recordar la relevancia de estas minas por la singularidad que encierra la variedad y calidad de sus elementos y materiales.
Arquitectura
En un principio el Museo Minero estuvo emplazado con carácter provisional en el Centro Cívico de La Unión, trasladándose posteriormente a su emplazamiento actual, el edificio del antiguo Liceo de Obreros.
El Liceo de Obreros fue construido en 1901, siendo el arquitecto Pedro Cerdán Martínez. La función del Liceo era la de albergar a los niños desamparados y los hijos de los mineros para proporcionarles un centro donde cuidar su educación.
La huella y vinculación del edificio con la minería se dejará sentir años después convirtiéndose en la actualidad en el espacio donde se exhiben muestras de la relevancia minera unionense.
El edificio está construido con ladrillo revocado, destacando la cornisa y las columnas angulares del entorno. En la entrada al edificio resalta un gran frontón de piedra donde se pueden observar los emblemas de la minería y de las bellas artes. Las salas que conforman el edificio se sitúan alrededor del patio central.
Los motivos del traslado a su actual ubicación consistían por un lado, en la vinculación histórica del propio edificio con la historia local y sus gentes, y por otra parte, en las óptimas condiciones que ofrecía la edificación para cumplir los objetivos del museo a consecuencia de su ubicación y amplitud.