Siguiendo el diseño de la zona y de la época, la casa tiene dos plantas y ático, y un portalón de acceso para los antiguos carruajes.
También cuenta con un espacioso y cuidado jardín, con una pequeña fuente en una de sus esquinas, desde donde se aprecia la fachada posterior que da a la Calle Mayor, una de las principales de Blanca.
Su fachada principal se distribuye en seis ejes. Para su construcción se alternaron materiales como la piedra y la mampostería, y para su decoración la pintaron en clásicos colores utilizados en las casas de la zona: el amarillo, el blanco y el verde.
Molduras sencillas rematan los balcones, que también son adornados con rejería, y el amarillo de la pintura que los enmarca, contrasta con la carpintería verde de la madera de puertas y ventanas.
El estilo neoclásico está bien definido, sobre todo en el eje central de la fachada principal, donde se corona, a la altura del ático, con un escudo nobiliario perteneciente al Conde de Trénor.