La fortaleza de Alhama está enclavada en un estratégico lugar que controla las vías de comunicación que han circulado, desde tiempos remotos, entre el sur y el este peninsular, conectando las tierras andaluzas con las levantinas, en este caso en el sector que discurre por el valle del río Sangonera. Actualmente la población de Alhama de Murcia se encuentra situada a los pies del cerro donde se levanta el castillo.
De esta forma, el acceso a la fortaleza se efectúa en la actualidad desde el propio núcleo urbano de la villa, en concreto desde la Plaza Vieja o la calle del Pilar, desde donde se puede subir por un camino adaptado con escalones. Allí se llegará al antiguo depósito del Agua del Caño, donde se puede comenzar el camino, campo a través y subiendo una considerable pendiente, que nos conducirá al castillo. Se podrá contemplar entonces un recinto amurallado dominado totalmente por un gran torreón o torre del homenaje, que caracteriza al resto de la fortaleza y al paisaje circundante. Todo el complejo defensivo, estudiado reciente y concienzudamente por los arqueólogos Ramírez Águila y Baños Serrano, está dividido en dos espacios claramente delimitados.