Ranita Meridional, adulto.
Ranita Meridional, adulto.
Vicente HERNÁNDEZ GIL

Creencias Populares sobre Anfibios y Reptiles  

 Muchas son las creencias populares que atribuyen a los anfibios y reptiles capacidades de las que ellos mismos se asombrarían si pudieran conocerlas. A prácticamente todas las especies les han colgado un sanbenito que difícilmente se les puede quitar, salvo a través del conocimiento y la educación. A lo largo de las fichas de especies se exponen algunas de las más llamativas, aunque no por eso menos arraigadas en el acervo popular, intentando desmitificar algunas de estas creencias, pues son sólo éso, creencias.

Estas creencias nacen de la experiencia y de la observación de las gentes, los mitos y leyendas sobre anfibios y reptiles son, en general, una interpretación errónea de estas observaciones.

¿Escupen los sapos...?

¿Quién no ha oído alguna vez que los sapos escupen?. Es algo imposible de realizar para un sapo, sencillamente porque no tiene labios. La confusión se debe a la forma que tienen de capturar a los animalillos que les sirven de alimento, normalmente pequeños artrópodos. Utilizan para ello su lengua, que proyectan muy rápidamente y que en su extremo está más abultada, para que se peguen ahí sus presas.

Otras creencias, como la de los lagartos que se dedican a perseguir a las mujeres, sobre todo si están embarazadas o tienen la regla (rara vez un lagarto persigue a nadie sino es porque va huyendo él mismo), difícilmente se sostienen por sí solas.

Bastantes cosas tiene uno que creerse como para añadir otras, pintorescas en todo caso, y a las que no hay que dar crédito alguno, pues si algo hacen estos animales es alimentarse de otros que sí pueden resultar perjudiciales para la salud del hombre (mosquitos, ácaros, cucarachas, ...) o de sus intereses (ratones, ratas, ...). Hay sitios donde creen que tener un sapo en el patio de casa trae buena suerte, y no van mal encaminados, porque mantienen a raya a todo tipo de insectos y otros invertebrados.

Más beneficio que perjuicio

Ninguna de las especies presentes en Murcia es peligrosa para el hombre, exceptuando la víbora. Son muchos los beneficios que reportan a cambio de ser atropelladas, apedreadas o apaleadas hasta la muerte, sencillamente por la falta de conocimientos, y de educación. Incluso la víbora huye al ver al hombre, y no atacará nunca si no se vé acosada, casi siempre accidentalmente.

De todas formas, hace mucho que no se sabe de alguien que haya muerto, o ni tan siquiera que haya sido mordido por una de ellas. Incluso siendo mordidos, depende de muchos factores el que revista peligro, como son: si hace poco que ha comido, y por tanto inyecta poco veneno, la edad, si se es mayor o muy joven, si se tiene algún tipo de alergia, dónde ha mordido, etcétera, debiendo darse muchas de éstas coincidencias para que realmente resulte grave. De todos modos, la Víbora Hocicuda es la que tiene el veneno menos tóxico. Ninguna culebra más, es peligrosa. Y pagan por ello justos por pecadores, cuando tan sólo cumplen con su función en la Naturaleza.

Una sola culebra elimina al año no sólo a los ratones que se come, sino a los que no nacen por haberse comido a éstos. Teniendo en cuenta que una pareja de ratones puede producir varios cientos de ratoncillos al año, que a su vez producirán otros miles, … haríamos bien en tener a una o varias de estas culebras defendiendo nuestros cultivos, almacenes, establos, … e incluso en el patio de nuestra casa.

TODOS LOS ANFIBIOS Y REPTILES SE ENCUENTRAN PROTEGIDOS POR LA LEY, por lo que si coges alguno para hacerle fotos o manejarlo un rato, debes dejarlo después en el mismo sitio.

Vicente Hernández Gil