Arquitectura
Las chimeneas, aún pareciendo todas iguales, se distinguen en su construcción, sobre todo en su base, que puede ser rectangular o cuadrada. Pero también por estar decorada, o no, en su fuste (tiro), que suele tener entre unos 25 y 40 metros de altura, ser más o menos gruesas, variando también ese grosor en el desarrollo del fuste. Y por último su coronación, a veces estando muy decorada con materiales compuestos de diversas cerámicas, y otras simples y sencillas.
La de Félix Cayetano presenta una base cuadrada, construida mediante ladrillo macizo a lo largo de todo su sección de fuste circular, que va perdiendo anchura hasta llegar a su coronación, donde el ladrillo se hace ornamento, distinguiéndola de las demás.
Presenta una decoración simple en su primer anillo, ladrillo colocado cortado haciendo pequeños rectángulos. En su último anillo, que hoy es nido de alguna de las aves que vuelan alrededor de Abarán, una delicada filigrana rodea la cúspide de la chimenea, que aún guarda en sus ladrillos el negro humo que ya no sale.
En la coronación de la chimenea es donde más se aprecia la elaboración artesanal de estas edificaciones, con una decoración fina y esmerada. Las otras dos chimeneas que el urbanismo de Abarán respeta son diferentes en esta terminación.
En las entrañas de la chimenea queda la escalera que se utilizó para su construcción, siendo empleada posteriormente para la limpieza y mantenimiento de la misma.
En su base cuadrada, también rombos y cenefas dan muestra de la laboriosidad de estas construcciones, que en apariencia parecen sencillas, siendo este su logro. Una arquitectura de difícil construcción, pero de observación simple, donde impera su alta y esbelta figura.