Construcción islámica
Según la cerámica hallada en su interior, y un dirham (moneda de época islámica), que se fechó en 1247, este granero fortificado hubo de construirse durante el siglo XIII, y se ha de adscribir al periodo almohade. Precisamente, la presencia de este edificio en tierras murcianas evidencia la fuerte influencia norteafricana que se produjo en aquellas fechas. Se trata, según sus estudiosos, de un agadir o granero amurallado colectivo, destinado al almacenamiento del cereal, al refugio de los agricultores y a un lugar donde conservar las reservas alimenticias.
La fecundidad del lugar, con excelentes tierras de cultivo y abundancia de agua, hubo de provocar una gran concentración de población agrícola entre los años finales del siglo XII y la primera mitad de la siguiente centuria, quizá procedente también de lugares africanos, arrastrados por los conquistadores almohades.
Esta razón, y la presión bélica de los reinos cristianos de Castilla y Aragón sobre el territorio musulmán de Murcia poco antes de su conquista definitiva, hubo de llevar a los colonos islámicos a la construcción de este edificio fortificado de carácter universal, perfectamente destinado a la conservación del grano, en el interior de almacenes y con áreas abiertas para poder airearlo y evitar su pudrimiento, pero que también pudiera servirles de lugar de refugio durante un ataque.
Dominación cristiana
El edificio fue abandonado en un momento indeterminado en torno a la segunda mitad del siglo XIII, probablemente tras el fin de la rebelión mudéjar de 1264-66, cuando se produce una despoblación masiva y generalizada de los campos murcianos.
Los antiguos habitantes musulmanes huían hacia Granada y el norte de África, mientras que Castilla no era capaz de instalar en cantidad suficiente nuevos vecinos cristianos en el territorio.
No obstante, se documentó una última ocupación temporal por parte de las antiguas estructuras que se produjo durante el siglo XV. Se habilitaron algunas dependencias quizás para servir de vivienda a alguna familia de mudéjares que trabajaba en las tierras circundantes.