El hábitat en el cerro del Castillo está documentado desde época prehistórica. Éste se veía facilitado gracias a que, entre otras causas, el lugar permitía una eficaz defensa y el seguro abastecimiento de agua desde varios manantiales cercanos.
Dominación islámica
La fortificación islámica, cuyos restos podemos hoy contemplar, se construyó probablemente entre los siglos XII y XIII, convirtiéndose en el puntal defensivo más fuerte de las fortificaciones que rodeaban Siyâsa, formadas básicamente por un muro que circundaba la población. Surgía entonces la antigua Cieza como un hisn, o núcleo urbano centralizador de un amplio espacio rural, salpicado de alquerías, al que le daba cobertura administrativa y defensiva.
Época cristiana y declive
La conquista castellana del Reino de Murcia supuso para Siyâsa su despoblación, documentándose el abandono tras la sofocación de la rebelión mudéjar de 1264-1266.
Con la antigua población prácticamente vacía, en 1281 su castillo se convirtió en el puntal defensivo y símbolo de poder señorial de los nuevos dominadores del territorio: la Orden de Santiago. Mientras, los nuevos pobladores que se iban a instalar bajo la seguridad de la fortificación no lo hicieron en la antigua urbe islámica, sino en un lugar más bajo, de más cómodo acceso y junto a la huerta, en el lugar que hoy ocupa la actual Cieza.
En 1457, durante un periodo de conflicto civil en el interior del territorio murciano, el Adelantado Mayor del Reino ordenaba la destrucción del antiguo castillo de Siyâsa, cuyos muros nunca más fueron rehechos al quedar la fortificación demasiado lejos de la nueva población. La villa castellana iba a ser la protagonista de un aciago y conocido suceso cuando, en 1477, fue arrasada por una hueste granadina, que capturó a toda la población y la trasladó esclava al reino nazarí.