Arquitectura
El castillo se situó sobre un escarpado cerro que se eleva 440 metros sobre el nivel del mar y que, dada su topografía, dio a la planta de la construcción una figura triangular, adosándose en algunos casos los arranques de los muros al cantil rocoso oriental del desfiladero.
Del recinto fortificado se conservan actualmente algunas cimentaciones y arranques de lo que una vez fueron unos gruesos lienzos construidos con tapial de argamasa. Éstos denotan que la fortificación, con esa planta triangular, fue dotada con sólidos torreones en las esquinas.
Estas estructuras cúbicas estaban destinadas a flanquear los muros, a defenderlos de un ataque frontal por su disposición saliente, y ejercían una dominación sobre el conjunto al vigilarse entre sí mismas. Alonso Navarro señaló también la existencia de un segundo recinto fortificado, separado unos seis metros del principal, que constituía una doble defensa escalonada, aprovechando la irregularidad y la progresiva altura del terreno.