Se trata de un templo de estilo neobarroco murciano de mediados del siglo XX, situado en el barrio de Campoamor, en la plaza del mismo nombre, en el destacan sus dos altas torres, visibles desde cualquier parte de la villa.
Fue concebida como una basílica romana, muy similar a la de San Pablo Extramuros de Roma por Pedro Pérez García y el templo, propiamente dicho, fue realizado sobre los planos del aparejador Baguena. El interior fue decorado por pintores valencianos dirigidos por Miguel Meler Carmelet, siguiendo el estilo valenciano de los siglos XVII y XVIII. En él se representan escenas de la Virgen María, de los Santos y de La Anunciación o Encarnación del Señor.
El Altar Mayor culmina en una bóveda en forma de cueva con la escena de la Asunción de la Virgen, con el Sepulcro, Apóstoles y Santos en la parte inferior y la Santísima Trinidad que con dos ángeles se disponen a coronar a María como Reina y Señora de toda la Creación.
La parroquia y el templo fueron consagrados por el obispo de Cartagena Don Ramón Sanahuja y Marcet en Mayo de 1958, según Fulgencio Sánchez Riquelme. Más tarde, el templo adquirió el monumental Vía Crucis de Mosaicos vitrales, obra de el gran artista de Espinardo, Hernández Carpe.
El templo está dedicado a la Asunción de la Virgen por haber declarado el Papa Pío XII el Dogma de la Asunción de María a los Cielos. En el interior destacan esculturas tales como la Virgen de la Asunción y San José obrero, de la escuela valenciana, o San Pancracio del alcantarillero Fernando Ortuño. También se encuentra el precioso y casi desconocido Crucificado, de la escuela andaluza del siglo XVII, donado por un particular.