Historia
Origen histórico del Jardín de Floridablanca
La antigua alameda que da lugar al jardín data de 1786 cuando el corregidor Don Juan Pablo de Salvador plantó nuevos árboles para ampliar la antigua. De este modo saca la alameda hasta la orilla de la carretera de Cartagena, en línea con el ángulo de la Iglesia del Carmen.
Pocos años después Don Vicente Cano Altares influido por el espíritu moderno que llegaba desde Madrid, mandó construir, bajo la dirección del arquitecto Don Juan Bautista Lacorte un largo emparrado, un cerramiento y bellos macizos de flores.
A mediados del siglo XIX llega a la alcaldía murciana Marín Baldo que invierte 26.084 reales de vellón en la remodelación de la Alameda. En 1849 se transforma en lo que conocemos como Jardín de Floridablanca, con variedades que "hacen la delicia de los paseantes y causan la admiración de los viajeros", según D. Federico Atienza y Palacios. La estatua dedicada al Conde de Floridablanca también fue instalada en la remodelación de 1849.
Posteriormente se incluirían leones con surtidores y el vaso de recogida de agua. La guía de Murcia de Belando Martínez describe en 1899 el Jardín de Floridablanca como "rodeado de verja de hierro con Pilares de cantería: se encuentra muy bien cuidado tiene numerosos asientos de madera unos, de granito otros, distribuidos en todo su ámbito y en el centro de una elipse que tiene en su extremo de mediodía existe un bonito pedestal con la estatua del ilustre murciano Conde de Floridablanca es un magnifico paseo".
Tras la Exposición, el Jardín queda ligeramente abandonado, dando lugar a la creación en 1914 de la Sociedad de Amigos del Árbol de Murcia , que pretende proteger y embellecer los jardines de Floridablanca, el parque el Malecón y la difusión turística de Murcia. Se estima que entonces se introduce la Plantación de ficus para completar las alineaciones de magnolios centrales. Las descripciones de 1930 hablan del jardín como "cuidadosamente atendiendo en estos últimos años con rosaledas macizos de claveles y paseo central de magnolios".
El Portal instalado en la calle Hernández del Águila no estaba originariamente en el Jardín, sino que fue trasladado desde la calle Matadero y perteneció a la fachada de este antiguo edificio del siglo XVIII. Construida en sillería de piedra arenisca, es una pieza incluida en el Catálogo de Bienes Culturales.