Se trata de un complejo de casas que se encuentran en la salida de la autovía de Caravaca y que son visibles desde la misma, sobre todo por su imponente presencia. Entre ellas se encontraba la conocida como almazara de Santa Inés.

Se trata de la almazara que surtía de aceite al cortijo del mismo nombre, uno de los más antiguos que aún quedan en pie en esta zona de Caravaca.

Descripción

Las Casas de Santa Inés son un conjunto de viviendas de diferentes cuerpos y alturas correspondientes a diversas épocas.

La principal, data del siglo XIX y destaca por su aún patente color amarillento de la fachada; es de planta rectangular, tres cuerpos de habitación y cubierta a tres aguas con teja de cañón.

Los balcones del primer piso sobresalen por la moldura blanca, coronada por un pequeño arco.

Destaca la existencia en una de las fachadas de una pequeña hornacina. En la actualidad la imagen que albergaba ya no existe y desconocemos la advocación, aunque tal vez nos debiera servir de pista el nombre de la hacienda.

La almazara como tal, ya no existe, se sabe que se encontraba en el edificio anejo a la casa principal, sólo los vecinos más ancianos son capaces de recordar su existencia.

Parece que en ella se molía la aceituna del cortijo, siendo esto muy habitual por la zona, ya que cerca se encuentran grandes casas o cortijos que tenían almazaras propias para uso privado.

Aún se pueden ver tirados en un rincón las antiguas alforjas de esparto que servían para la carga de la aceituna o de la vid.