Este singular monumento se encuentra en uno de los lugares más bellos y arqueológicamente más ricos de la Región de Murcia: el llamado Estrecho de las Cuevas, un pequeño valle por donde discurren las aguas del río Quípar, situado en el lugar conocido como La Encarnación, dentro del término municipal de Caravaca, de la que dista poco menos de 15 kilometros.
El acceso se puede efectuar partiendo desde el núcleo urbano de Caravaca, por la carretera comarcal que une esta localidad con la de Lorca (C-3211). Allí, a unos diez kilómetros de la partida, se encuentran varias señalizaciones que nos llevarán a La Encarnación y al Estrecho de las Cuevas, al que se tiene que acceder a pie, caminando poco menos de un kilómetro.
Centinela de la ruta
La llamada popularmente como Cueva del Rey Moro es una interesante fortificación que se construyó en fecha indeterminada que podría situarse en torno a los siglos XII o XIII, aprovechando una pequeña cueva o abrigo natural abierto en la cara oeste del cerro de Villaricos. El enclave no puede estar estratégicamente mejor situado, justo en el lugar donde se estrechaba el paraje por donde discurría el antiguo camino que unía Caravaca con Granada. La posesión de esta fortificación permitía el control del paso precisamente por esta vía. La construcción se compone, básicamente, de un muro levantado con un excelente tapial de argamasa que cierra la abertura de un abrigo natural situado en la pendiente rocosa formada por este estrecho valle formado por el Quípar.
La Cueva del Rey Moro se encuentra declarada Bien de Interés Cultural por la Disposición Adicional Segunda de la Ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español.