Los Cipreses
El poblado de Los Cipreses es uno de los yacimientos argáricos más importantes documentados en la Región de Murcia.
A través de este yacimiento se conocen mejor las creencias de ultratumba de los argáricos que les llevó a introducir en las tumbas sus objetos personales, vasijas, cerámicas y comida.
De este yacimiento se pueden contemplar, entre otras piezas, los ajuares de un hombre y de una mujer ambos enterrados en cista y pertenecientes a personas destacadas del poblado.
La riqueza de los materiales obtenidos ha permitido la realización de dos exposiciones temporales; la primera de ellas, con motivo de las IV Jornadas de Arqueología Regional (1994), y la segunda, titulada Los enterramientos argáricos en Lorca, que junto con materiales procedentes de Calles Zapatería, San Antonio y Juan Moreno, mostraron la riqueza y complejidad del ritual funerario argárico.
La Quintilla
Los hallazgos, la singularidad de su planta, la posible funcionalidad y toda una serie de detalles convierten los restos de La Quintilla en un yacimiento arqueológico de carácter excepcional y con enormes posibilidades de recuperación, consolidación y explotación didáctica.
Las campañas realizadas en este yacimiento permiten precisar la estructura arquitectónica de la villa y avanzar en el conocimiento de su programa decorativo y ornamental.
Las características del lugar, cerca de importantes recursos de agua y en una zona oculta pero a su vez cercana a una importante vía de comunicación y a la ciudad pudieron ser las causas que favorecieran el establecimiento de una alquería islámica sobre los restos de parte del enclave romano.
Cueva Sagrada
La importancia de los materiales de este yacimiento ha llevado a que la sala II del Museo Arquelógico Municipal de Lorca esté dedicada al excepcional ajuar funerario del enterramiento practicado por las gentes calcolíticas en Cueva Sagrada I, donde se hallaron los restos de cinco cadáveres humanos con señales de cremación parcial, acompañados por un interesante ajuar formado por dos túnicas de lino, una estola tintada de rojo, un plato de madera, un pequeño telar de banda, collares de cuentas de piedra y semillas, punzones de cobre y hueso, uno de estos decorado con pintura roja, puntas de flecha de sílex, una bolsa de cuero, un carrizo decorado y un ídolo oculado de madera. Algunos de estos objetos aparecieron depositados sobre una estera de esparto.
La fecha obtenida por análisis de Carbono 14 ha aportado una antigüedad de más de 4.000 años para los restos hallados en esta cueva sepulcral.
Murviedro
El yacimiento de Murviedro situado a un kilómetro al sur del Cerro del Castillo de Lorca, se extiende por tres pequeñas elevaciones o cerros que ocupan una superficie aproximada de 70.000 m2.
El área excavada en el yacimiento arqueológico de Murviedro constituye un pequeño sector del denominado Cerro del Colmenarico o del Colmenar, siendo una zona marginal del poblado afectado por las canteras en la parte meridional y occidental, aflorando la roca en la mayor parte de la excavación y con escaso depósito arqueológico.
El inventario que se encuentra en proceso de realización, ha permitido extraer una primera aproximación a la cultura material.
La cerámica está representada por un alto porcentaje de cazuelas y cuencos de carenas próximas al borde, grandes orzas para el almacenamiento, vasitos, algunos de éstos encontrados dentro de estos grandes recipientes y fragmentos de cerámicas decoradas.
Aparecen gran número de molinos de mano en el interior de las cabañas y una ingente cantidad de huesos de fauna, fundamentalmente en los exteriores de los espacios de habitat.
Se han hallado abundantes evidencias de la actividad metalúrgica que pudo exceder el ámbito del autoabastecimiento y servir de intercambio con otros grupos próximos.